El hijo de Davide Cassani aterriza en la Serie D
Palabras de Davide Cassani
Gran resultado para el hijo de Davide Cassani, según cuenta en Facebook el ex entrenador del equipo nacional de ciclismo.
«Hoy os hablo de Stefano. Tiene 33 años y su sueño, desde niño, ha sido convertirse en entrenador de fútbol. Jugó hasta los 18 años, pero su pelota no era saltar al campo, sino quedarse en la banda, no convertirse en un gran futbolista, sino sentarse en un banquillo y dirigir a un equipo. Siempre ha sido un gran aficionado del Milan. A los veinte años empezó a entrenar, primero en el Cesena, luego en el Ravenna y hace dos años en el Fano. Todos equipos juveniles, todos equipos de jóvenes promesas. El año pasado aceptó la propuesta del ‘Calcio Del Duca Grama’ de Castiglione di Cervia y por primera vez entrenó a un equipo de ‘mayores’ en Eccellenza. A pesar de ser un equipo muy joven, consiguieron acabar sextos, trayéndose a casa la salvación, el objetivo del equipo. Este año las cosas fueron diferentes, Stefano cambió de banquillo y se convirtió en el entrenador del Victor San Marino, también en Eccellenza. Hoy su equipo ha ganado el campeonato, consiguiendo el ascenso a la Serie D’.
Stefano es mi hijo. Como padre soy la persona más feliz del mundo porque ayer, en el estadio, vi sus ojos llenos de felicidad. ¿Ciclismo? Nunca ha querido una bicicleta, así que nunca le he comprado una, pero sigue las carreras, es decir, sabe un poco de ellas. Su pasión es el fútbol, su sueño es ser entrenador. Cuando tenía 20 años, mi madre no quería que montara en bici. «Davide», me dijo, «el ciclismo no es un trabajo, tú eres contable, vete a trabajar a un banco, eso es mejor». «Mamá», le contesté, «quiero vivir del ciclismo y sueño con convertirlo en mi trabajo, elegir mi propio camino». Hice, hicimos (su madre y yo) lo mismo con Stefano. Muchos consejos, ninguna orden. Nunca me permití negarle nada porque él también supo siempre lo que tenía que hacer y lo que quería hacer. Siempre salió adelante y hoy ha hecho realidad su primer pequeño gran sueño.
«Nunca hablé de él porque siempre me pidió discreción, porque siempre le molestaba oír ‘ése es el hijo de Cassani’. Soy un padre feliz porque ayer vi a Stefano orgulloso de lo que ha conseguido. Siempre ha creído y ha querido ser entrenador, siempre ha intentado, con sus propias fuerzas, alcanzar un objetivo, realizar su sueño. Querido Stefano, ya sabes, el camino que has emprendido es largo y todo cuesta arriba, pero la única manera de alcanzar la meta de tus sueños es creer ciegamente en lo que haces. Disfruta de este ascenso y recuerda que el éxito se desvanece en cuanto lo consigues. Guarda este ascenso en el cajón de los recuerdos y en los momentos difíciles párate a desandar el largo camino que os llevó a ti y a tu equipo a la victoria. Mi padre estaba orgulloso de mí. Yo estoy orgulloso de ti.