Stosa Virtus confía en el ex Marco Evangelisti
Un ex para Stosa Virtus
Con la temporada finalizada, el Stosa Virtus ya empieza a sentar las bases de la siguiente, todavía en la Interregional B. Para ello, el club rojiazul ha decidido empezar de nuevo con un viejo conocido del PalaPerucatti, Marco Evangelisti, que será el entrenador del Stosa la próxima temporada.
Después de una carrera de alto nivel como jugador entre la A2 y la serie B, Evangelisti comenzó su carrera como entrenador en Agrigento, donde pasó los últimos cinco años de su carrera en Legadue. La temporada pasada, de hecho, alternó sus compromisos sobre el parqué con los del banquillo del equipo juvenil de la selección siciliana. Una vez que colgó las botas, Evangelisti regresó a su Valdarno natal y luego comenzó su carrera como entrenador en Arezzo, primero en las categorías inferiores y luego como ayudante en el primer equipo antes de asumir finalmente el papel de primer entrenador del equipo de Arezzo durante cuatro años, en los que logró excelentes resultados, incluido el ascenso de la C Oro a la serie Interregional B, donde su equipo se hizo un nombre esta temporada al obtener una rotunda salvación sin pasar por el playout.
Estoy muy contento de volver a un entorno precioso que ya conozco, pues lo viví hace muchos años como jugador, dice el nuevo entrenador Evangelisti; estoy muy contento e ilusionado por la nueva aventura. Intentaré hacer crecer a todos los chicos, llevándolos un paso más allá cada día. El club es muy ambicioso y hay jóvenes interesantes para empezar. A partir de ahora intentaremos completar la plantilla lo mejor posible para dar un paso más.
La nueva aventura que está a punto de emprender Evangelisti no será su primera de rojiazul. En la temporada 2007/2008 vistió la camiseta rojiazul en la Serie B Eccellenza, jugando un año increíble con una media de 21 puntos (con una gesta de 47 puntos, récord histórico para el club) y ganando la Coppa Italia de Serie B, trofeo nacional histórico conquistado por la Virtus: "Fue un año increíble, con un equipo formado por jugadores muy jóvenes y un gran entrenador. Más allá de la extraordinaria victoria, fue un año importante de crecimiento para todos en un ambiente familiar que ayudó a todos a dar un salto cualitativo.