Juventus, la sorprendente confesión de Danilo
Juventus, la sorprendente confesión de Danilo
Pocos días antes de su debut en la Copa América, el capitán de la selección brasileña y de la Juventus, Danilo, escribió una larga carta a 'The Players Tribune' en la que confesaba que estaba a un paso de la retirada: "Soy humano. No siempre he estado a mi mejor nivel. Durante mi primera temporada en el Real Madrid me sentía deprimido. Me sentía perdido, inútil. En el campo no podía hacer un pase de cinco metros. Fuera del campo, era como si no pudiera ni moverme. Mi pasión por el fútbol había desaparecido y no veía una salida".
Ya no me veía como Baianinho, el hijo de Baiano (así llaman a mi padre)», prosigue el defensa bianconero, «me veía como Danilo, el que había firmado un contrato de 31 millones de euros, como decían los periódicos. Cuando jugamos contra el Alav, unos meses después del comienzo de la temporada, Theo Herná&ndez me robó el balón y centró para Deyverson, que marcó. Ganamos 4-1, pero fue un error que no se puede cometer en el Real Madrid. Nunca olvidaré que aquella noche llegué a casa y no pude dormir. Escribí en mi diario: Creo que ha llegado el momento de dejar el fútbol. Tenía 24 años".
"No le dije a nadie cómo me sentía. Casemiro intentó ayudarme, pero yo 'me tragué el sapo', como se suele decir. Y el sapo è se hizo cada vez más grande. Pero después de unos meses de sufrimiento, empecé a ver a un psicólogo que realmente me salvó la carrera. La lección más importante que me enseñó fue ver el fútbol con los ojos de un niño. Tenía que recordar mis raíces y la alegría de jugar al fútbol no por la fama o el dinero, sino por diversión. Si mi carrera se salvó en aquel momento, tengo que dar las gracias a unas cuantas personas: mis terapeutas y mis hijos. Mis dos hijos".
"Tras la pandemia y la eliminación del Mundial podría haber tenido una recaída. Podría haber dicho: 'Vale, he tenido una buena carrera. Pero ya he tocado techo. Ahora puedo relajarme. Pero hice lo contrario. Empecé a hablar con mi terapeuta todos los días, a leer más, a retarme a mí mismo para ser mejor líder. Y fue entonces cuando todo se iluminó para mí. Cuando recibí el brazalete de capitán del Juventus fue un gran honor. Pero cuando recibí el de Brasil, fue algo diferente. Un honor inmenso, incomparable", concluyó Danilo.