Al Manchester City-Inter le faltaron goles, no emoción
Liga de Campeones, Manchester City-Inter 0-0
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El superpartido del miércoles en la Liga de Campeones entre el Manchester City y el Inter de Milán terminó en empate 0-0, un duelo que hace no más de 15 meses otorgaba la Copa con la orejona. Los equipos de Pep Guardiola y Simone Inzaghi se enfrentaron y tuvieron varias ocasiones para llevársela a casa, pero al final las porterías defendidas por Ederson y Sommer se mantuvieron intactas.
El ritmo fue alto desde el pitido inicial: La primera parte se caracterizó por varias ocasiones interesantes para los visitantes (Thuram desperdició a los 16 minutos, Calhanoglu vio como una buena conclusión se desviaba a córner a los 20 minutos, Carlos Augusto no logró superar a Ederson al final de la primera parte) y un par de intentos de Haaland (Sommer salvó a los 16 minutos, disparo al segundo palo a los 36 minutos) para los Citizens, pero no cambiaron el marcador al pitido que mandó a todos a los vestuarios para el descanso.
La reanudación comenzó con Foden y Gundogan sustituyendo a Savinho y De Bruyne, mientras que Inzaghi esperó veinte minutos para introducir a Lautaro Martínez y Mkhitaryan, en sustitución de Thuram y Zielinski. Foden y Grealish se acercaron peligrosamente a la meta nerazzurra en torno al minuto 70, por lo que Inzaghi también insertó a Dumfries y Pavard en el 74, en sustitución de Darmian y Bisseck, para mantener fresco al equipo.
Mkhitaryan tuvo un muy buen balón en el minuto 76, pero se marchó desviado desde pocos metros, mientras que Gvardiol tuvo una ocasión desde lejos, pero Sommer no se quedó atrás en el minuto 79. Últimos cambios en el minuto 80: Doku por Bernardo Silva en un lado, Frattesi por Calhanoglu en el otro. Lautaro en el 84 y Gundogan cinco minutos más tarde se acercaron peligrosamente a la portería contraria, pero el resultado se mantuvo en 0-0, y ni siquiera 4 minutos de tiempo añadido cambiaron el desenlace del partido: dos de los favoritos para la clasificación directa a octavos de final partían por tanto con un punto.
