En Monza, entre los Biancorossi y el Venezia, todo ocurrió en la primera parte
Monza-Venezia 2-2
En el U-Power de Monza pasó de todo en la primera parte, con el Venezia dos veces por delante y dos veces atrapado: 2-2 final. Al principio, los visitantes intentaron adelantarse, pero el primer intento hacia la portería contraria fue del biancorosso Djuric, que remató de cabeza: el balón se fue alto. Los hombres de Di Francesco, que en el último campeonato habían ganado en Brianza al Frosinone, se adelantan en el 15’ Oristanio se va de Carboni y pone el centro para Ellerstson que, completamente solo, bate a Turati.
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El Monza titubeó pero a los ocho minutos encontró el empate: Kyriakopoulos lo hizo todo, penetró en el área, regateó a un rival y con un zurdazo en diagonal dejó sin opciones a Stankovic. El partido se puso entretenido y los venecianos volvieron a marcar, esta vez en el minuto 38, con un cabezazo de Svoboda a la salida de un libre directo: la defensa local no se mostró fiable en esta ocasión.
Kyriakopoulos, el mejor del equipo, al final del periodo, bajó con perentoriedad por la banda y metió el centro: el cabezazo de Djuric no fue preciso, pero poco después marcó un golazo. El bosnio, servido una vez más por el griego, controla y bate por segunda vez a Stankovic. 2-2 al descanso.
Se reanudó sin cambios y con un Venezia agresivo, pero entonces el Monza tomó la delantera, aunque la construcción desde el fondo a menudo no fuera precisa y desquiciara a muchos aficionados locales. Los dos porteros no corren grandes peligros y por eso los entrenadores intentan cambiar las cartas sobre la mesa: en el lagunari entra también el ex Gytkjaer, premiado antes del partido por Adriano Galliani.
El partido se calienta en el minuto 74, cuando Bondo se interna en el área tras ser empujado por un rival: para el árbitro no es penalti, ni para el Var, ya que no le vuelve a llamar a revisión. Izzo lo intenta, balón fuera, no por poco, justo antes de que el Monza se quede en diez por la segunda amarilla y luego la roja a Bondo.
En superioridad numérica el Venezia busca el botín completo, pero Busio no aprovecha una buena ocasión, la respuesta del Monza, con D’Ambrosio, no da resultados. La última emoción, a mediados del segundo tiempo, con un tiro libre desde una posición peligrosa para los huéspedes, pero la defensa local frustra la amenaza: termina 2-2.
