El Brescia goleado en casa por el Trapani

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Orando por Trapani

El Germani Brescia tuvo que ceder en casa ante el Tiburón de Trapani: 95-74 para los sicilianos recién ascendidos.

El partido, como era de esperar, inmediatamente se ejecuta en las pistas de alta tensión. Ambas formaciones exprimen un baloncesto compuesto por un elevado número de posesiones, pero las conclusiones no encuentran el gran objetivo con continuidad. Germani se apoya en Della Valle y Bilan, que anotan desde el punto, mientras que Trapani saca sus canastas de varios violines. Sobre todo gracias a Galloway, que anota seis puntos cruciales a mediados del último cuarto, así como a la experiencia y el talento de Pleiss, cuyo físico es inestimable bajo los tableros. El entrenador Giuseppe Poeta decidió poner el reloj en pausa, con la esperanza de dar la vuelta a la situación. Sin embargo, en la reanudación de las hostilidades, el Brescia, neto de las canastas de Dowe y Della Valle, se vio obligado a perseguir al equipo Granata, que demostró una gran química de equipo y altos porcentajes de tiro, que no dio ninguna oportunidad a la defensa blanquiazul, quedando por detrás por 15 puntos a la primera sirena.

La segunda mitad vio un comienzo vehemente de los Sharks en ambos extremos de la cancha, poniendo energía y determinación en el suelo. Yeboah y Horton pisan el acelerador y firman un parcial de 0-6, obligando al entrenador Giuseppe Poeta a pedir un tiempo muerto. Germani lucha por incidir en el aspecto ofensivo y choca contra la organizada y física defensa siciliana, que deja poco tiempo al espacio y al pensamiento en la construcción de la mejor conclusión, yéndose en el marcador gracias a las iniciativas personales de Della Valle y Bilan. El Brescia sube el volumen de intensidad defensiva, presionando a Robinson y obligando a Alibegovic y Pleiss a tomar conclusiones incómodas. Es un planteamiento que da sus frutos.

Brescia, de hecho, aunque en desventaja de dos dígitos, gana confianza y sacude el ambiente, llevando el retraso a 11 puntos, con el entrenador Jasmin Repesa pidiendo un tiempo muerto. Petrucelli y Yeboah, sin embargo, insuflaron nueva vida y oxígeno, rompiendo el ayuno trapanés. Germani, en el descanso largo, tiene que correr tras la escapada del rival.

En el tercer cuarto, como es fisiológico, el Brescia intenta levantar cabeza de nuevo aumentando las revoluciones del motor, también en la propulsión ofensiva. Los Tiburones, por su parte, no piensan renunciar a la presa y, gracias a una excelente y fluida circulación de balón, castigan a la defensa local e intentan sofocar cada velleit&agrave del Brescia. Robinson y Yeboah doblegan la resistencia adversaria, mientras que Germani, tras un buen comienzo, pierde lucidez y paciencia en la construcción del juego, perdiendo también algunos balones en la canasta. Della Valle, un verdadero capitán, intenta sondear la carga con una bomba, al igual que Burnell, que se deja la piel en el obstáculo, luchando en cada balón y estando listo para el rebote. Sin embargo, Robinson, una auténtica espina en el costado blanquiazul, golpeó al Brescia con sus lanzamientos al hierro en el tercer periodo y con sus asistencias en el tráfico. Los Granata, a la penúltima sirena, lideran con autoridad.

El último periodo fue parco en emociones. Dowe mantiene vivo un pequeño atisbo de esperanza, pero Trapani, fuerte con el tesoro acumulado durante todo el partido, gestiona el resultado con racionalidad y paciencia, redimiendo la derrota en casa de la jornada anterior, mientras que Germani acaba con su racha de victorias consecutivas a dos.

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