Nueva vida para Max Biaggi, de las motos a la nieve
Max Biaggi, nueva vida
Nueva vida para Max Biaggi, que directamente desde su perfil de Facebook puso al día a sus seguidores y a los demás sobre una vuelta lejos de los circuitos que tantas satisfacciones le dieron en el mundo de las dos ruedas: "Hola chicos, ¿cómo estáis? En primer lugar quiero desearos un feliz 2025. Espero que podáis vivir tranquilos y cumplir vuestros deseos, ¡todos, pero todos de verdad! ¡He estado un poco ausente este último año! He dedicado gran parte de mi tiempo a la consecución de un objetivo, que hace tiempo que quiero alcanzar. En efecto, el 6 de diciembre terminé con éxito mi curso de monitor auxiliar de esquí con el examen didáctico en el aula. Ahora puedo decir con orgullo: misión cumplida"
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"¡Caramba, es extraño, muy extraño y estoy muy feliz! De hecho, después de dejar de correr en 2012, siempre he intentado ponerme metas, para poder vivir esta vida con la intensidad con la que merece ser vivida. Con esta idea nació el deseo de intentar hacer algo importante con el Supermotard, y con la victoria en SicDay en 2014, puedo decir que conseguí un buen resultado. Luego, en 2015, después de tres años de parón y con 44 años, volví a la carga en WSBK, con mi Aprilia RSV4, subiendo al podio en Sepang.
"Después de unos años acepté un nuevo reto: ¡la moto eléctrica! Pilotando la Voxan eléctrica logré 21 récords mundiales y alcancé la impresionante velocidad máxima de 470 km/h. Tres años vividos muy intensamente y, sobre todo, ¡muy deprisa! Entonces el deseo de un nuevo reto me llevó lejos de mi zona de confort.
"Ya no dos ruedas, sino dos esquís. Muchas similitudes dinámicas, pero sensaciones completamente diferentes. Ya no Max Biaggi, sino uno de tantos, impulsado por una pasión desenfrenada. Y así me encontré en una clase o en las pistas de esquí, ¡en medio de un mar de chicos jóvenes! Una media de edad de ¡¡¡20 años!!! Yo era, sin duda, un superdotado. Pero sólo por la edad. Me puse ahí fuera, como uno de ellos, uno de tantos, sin echarme nunca atrás. Pero, ¿qué tan bueno fue? No puedo describir esos momentos en toda su belleza. Compararme con ellos, con su enfoque de la vida, del deporte, del mundo laboral, dado que para cada uno de ellos esos exámenes eran el paso de entrada al mundo laboral, fue increíblemente constructivo, además de emocionante.
"Algunos días también fueron difíciles para mí, que estaba acostumbrada a vivir el deporte de una forma muy intensa, pero paso a paso, rodeada de sonrisas, de hermosos ojos llenos de vida, el tiempo pasó volando y me encontré al final de un viaje intenso y gratificante. Fue una experiencia impagable que llevaré en mi corazón para siempre. Ahora, como Asistente de Instructor de Esquí, estoy inscrito en la Escuela de Esquí Selva di Val Gardena. En mi primera clase tendré el orgullo de tener como alumnos a Inès y Leòn, mis hijos. Quería compartir este logro con vosotros. Las cosas bonitas siempre hay que celebrarlas y me complace poder hacerlo con vosotros".