Carlo Calcagni expresa su amargura tras el nuevo récord

Carlo Calcagni expresa toda su amargura
Carlo Calcagni, Coronel del Rol de Honor del Ejército Italiano, es un atleta paralímpico del más alto nivel y está coleccionando récords mundiales y nacionales, haciendo que la Tricolor vuele alto. Y, a través de una nota, expresó su amargura.
“Con la última competición celebrada en Roma, tuve el honor de registrar un nuevo récord vistiendo, con orgullo y respeto, la camiseta de la Agrupación Deportiva Paralímpica de Defensa. Este logro se suma a los tres títulos italianos con tres récords del mundo en Ancona, a las dos medallas de oro con dos récords del mundo en Marrakech durante el Grand Prix Internacional, y a los muchos otros logros que estoy llevando a cabo no sólo por mí mismo, sino para representar dignamente a Italia, a nuestro Ejército y a los valores que siempre me han guiado” comenzó.
“Y sin embargo, a pesar de estos extraordinarios resultados, no ha llegado ninguna señal de cercanía, de reconocimiento, de compartir por parte del Ministerio de Defensa, del Ejército italiano, ni del propio Grupo de Deportes Paralímpicos de Defensa, del que formo parte con absoluta dedicación. Silencio en Ancona. Silencio en Marruecos. Silencio en Roma. Silencio, siempre. Me pregunto, con amargura, pero sin rencor: ¿por qué este silencio?
“Las victorias son hermosas cuando se comparten – añadió -. El sentido profundo de mi compromiso, de mi sacrificio diario, de mi resiliencia en una batalla que va más allá del deporte, reside en representarnos a todos, no sólo a mí mismo. No corro para ganar medallas. Corro para desafiar a la enfermedad que intenta detenerme cada día. Corro para demostrar que nada es imposible si tienes el valor de no rendirte. Corro por los que luchan en silencio, por los que han perdido la esperanza, por los que se aferran a cada una de mis acciones para encontrar la fuerza necesaria para volver a levantarse”.
Sé que detrás de cada paso que doy, de cada uno de mis logros hay tantas vidas que encuentran inspiración, que se reflejan en mis cicatrices, mis éxitos, mis caídas y mis renacimientos. Y es por ellas, sobre todo, por las que no me detengo. Nunca. Este silencio, sin embargo, pesa. Pesa más que cualquier derrota, porque te deja solo incluso cuando ganas. Así que la pregunta surge espontáneamente y la dirijo a los responsables, sin polémica, pero siempre con respeto: ¿Por qué tanta indiferencia? ¿Por qué nadie se alegra de mis victorias? No dejaré de luchar, no dejaré de ganar, no dejaré de representar el honor y la dignidad de nuestro país. Pero deseo, humanamente hablando, que estos logros se conviertan en un testimonio compartido de lo que realmente significa no rendirse, a pesar de todo y de todos” conclusión del campeón.
Por qué tanta indiferencia?