Los números del Nápoles para el Scudetto: tiene la mejor defensa de Europa

Una defensa férrea, la más blindada de Europa, y un ataque carente de un verdadero bombardero pero que supo contar con varias bocas de fuego. En los números está uno de los secretos que llevaron al equipo de Conte a la conquista del cuarto Scudetto de su historia. Cuando Conte llegó, partía de un Nápoles que había tenido un mal año, décimo en la tabla, con 48 goles encajados, la segunda peor defensa entre los 11 primeros de la Serie A, y un ataque que sólo había marcado 55.
La llegada de Buongiorno, procedente del Torino, sirvió para poner el cerrojo a la defensa. La de Lukaku, en los últimos días del mercado, para dar al ataque huérfano de Osimhen el peso que le faltaba. Las llegadas de tres apuestas como McTominay y Gilmour desde la Premier League y Neres desde el Benfica completaron el cuadro.
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El resultado final habla de un equipo que encajó 27 goles en 38 partidos, la mejor defensa de la Serie A, superior incluso a la de las otras grandes ligas: el Liverpool se quedó con 40, el Barcelona con 39, el Bayern de Múnich con 32 y el PSG con 35. Si la defensa ha sido el eje sobre el que se ha cimentado el éxito, el ataque también ha desempeñado su papel, sin igualar las mismas cifras. Lukaku logró 14 goles, ocho de ellos desbloqueando el resultado en otros tantos partidos.
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Junto a él estuvo la auténtica sorpresa del campeonato, ese McTominay que, jugando de centrocampista, con sus 12 goles fue el ariete añadido. Sus goles fueron decisivos en el 1-1 ante el Inter en Milán, y en el final de temporada. Nada mal para un hombre que había marcado un total de 19 goles en sus seis años en el Manchester United.
Los 12 goles del escocés y los 14 de Lukaku hacen 26, tantos como los que marcó Osimhen hace dos años durante el Scudetto de Spalletti, cuando Kvaratskhelia marcó 12 y el Nápoles triunfó con 77 goles. Más de 20 que los 59 marcados este año, un nuevo mínimo para el equipo del Scudetto en el campeonato de 20 equipos.
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Para Conte, fue el sexto Scudetto en su carrera como entrenador y se asemeja al que ganó en el Chelsea en 2017, cuando el técnico cogió el banquillo de los Blues que habían quedado 10º, llevándolos directamente al campeonato, al igual que hizo en el Nápoles.
Para Conte, fue el sexto Scudetto en su carrera como entrenador.