Carlo Calcagni no olvida a los que tienen que luchar como él y envía un emotivo mensaje

Carlo Calcagni no se olvida de los que tienen que luchar como él
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Un récord tras otro para Carlo Calcagni, que, sin embargo, tiene que librar cada día una durísima batalla para intentar estar lo mejor posible, y que no se olvida de quienes, como él, se enfrentan a diario a problemas similares.
«A los que, como yo, libran una batalla silenciosa cada día, a los que se enfrentan a la terapia como una lucha silenciosa».
«A los que, como yo, libran una batalla silenciosa cada día, a los que afrontan la terapia como un reto, quiero decirles esto – dice el Coronel del Rol de Honor del Ejército Italiano – Cuando estoy allí, conectado a los tubos, con las agujas clavadas en las venas, con la sangre saliendo de mi cuerpo y volviendo a entrar… no es sólo mi cuerpo el que se pone a prueba. Siento que el tiempo se ralentiza hasta casi detenerse. Siento el hormigueo en el brazo, las piernas exigiendo la libertad de un paso, aunque sólo sea uno. Siento la máquina latiendo a mi lado, fría, precisa, inexorable. Siento el peso del destino sobre mis hombros, el vacío que a veces duele más que la propia enfermedad…»
«Pero, en todo esto, siento el dolor de la enfermedad.
«Pero en todo esto también siento coraje – continúa- Sí, lo siento crecer dentro de mí. Con cada respiración. Con cada pensamiento que decide girar hacia la luz. Hacia las cosas bellas. Hacia los que amo. A los colores de la vida, que se abren paso incluso entre el gris de una habitación de hospital. Y en ese momento, no estoy solo»
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«Hay quien piensa en mí, hay quien se inspira en mi historia… y yo, entonces, pienso en todos vosotros– añade en su conmovedor mensaje -. Pienso en los que luchan, en los que tienen miedo, en los que se sienten cansados, en los que creen que ya no pueden más. Os siento. Os llevo conmigo. Estoy con vosotros. Sabed que, aunque no me veáis, estoy ahí, al lado de quien necesite fuerzas. Te abrazo fuerte en mi alma. Nunca te rindas, a pesar de todo y de todos, cueste lo que cueste. Seguid siempre adelante, juntos. Con corazón, con coraje… ¡con vida!».