Carlo Calcagni perentorio sobre la importancia de la donación de sangre y órganos

Carlo Calcagni fue el invitado de honor de «Poner el don en movimiento» en Gallipoli. «No estoy aquí sólo como atleta, como soldado o como testimonio – dijo – Estoy aquí, ante todo, como hombre que ha recibido el don de la vida más de una vez. Sé lo que significa depender de un gesto de generosidad. He recibido sangre, en momentos críticos en los que mi vida pendía de un hilo. He recibido cuidados, tiempo, atención, de quienes se ponen cada día una bata de laboratorio y eligen ponerse al servicio de los demás. A ellos va mi infinita gratitud: a los médicos, a las enfermeras, al personal sanitario… a todos los que, cada día, donan no sólo competencia, sino humanidad’.
«Y entonces…».
«Y entonces… – añadió el Coronel – recibí el mayor regalo: un trasplante, que literalmente me salvó la vida. Alguien, en silencio, dijo sí a la donación de órganos y tejidos. Y gracias a ese sí, hoy estoy aquí, vivo, y aún puedo continuar mi misión, mi testimonio, mi compromiso con los que sufren. Por eso, para mí, el don no es sólo un concepto. Es mi realidad. Es mi segunda oportunidad. Por eso os hablo desde el corazón, y os invito a reflexionar sobre lo poderoso que es un pequeño gesto hecho con amor»
.
«Donar sangre, donar órganos, donar tiempo… todas son formas diferentes de un mismo acto maravilloso: amar sin pedir nada a cambio. Vivimos en un mundo donde todo se mide, se compra, se intercambia. Pero el regalo no lo es. El regalo es libertad. Es elección. Es vida. Así que pongamos en marcha este regalo. Dejemos que circule como una energía que pasa de mano en mano, de corazón en corazón. Aquí estamos caminando y pedaleando por una causa noble, pero cada uno de nosotros, cada día, puede ser un motor de esperanza. Quien da, vive dos veces. Yo soy la prueba de ello. Mi lema se ha convertido en mi respiración diaria: ‘Nunca te rindas, a pesar de todo y de todos, cueste lo que cueste», concluyó.