Un nuevo central para el Pallacanestro Trieste: Mady Sissoko

El Balacanestro Trieste tiene nuevo pívot: Mady Goundo Sissoko, un maliense nacido en 2000, de 210 cm de altura para 113 kg y 223 cm de envergadura. Sissoko llega al conjunto rojiblanco tras una última temporada como protagonista absoluta en el campeonato de la NCAA con la camiseta de los California Golden Bears, cerrada con unos promedios de 8,3 puntos y 8,2 rebotes por partido.
“Estamos encantados de dar la bienvenida a Mady Sissoko a la familia del Pallacanestro Trieste– dijo el Presidente Paul Matiasic – Cuando buscamos a una jugadora, no nos fijamos sólo en sus estadísticas, sino también en su carácter y sus valores. En Mady hemos encontrado una atleta excepcional y una persona aún más extraordinaria. Su historia de perseverancia, su ética de trabajo y su compromiso por mejorar la vida de su comunidad en Malí son una profunda fuente de inspiración. Es un excelente defensor, un reboteador dominante y un jugador en constante crecimiento, pero es su fuerza interior lo que le hace especial. Estamos convencidos de que nuestros seguidores se enamorarán de su energía en la cancha y de su increíble historia personal. Su llegada no es sólo un gran golpe para el equipo, sino una oportunidad para que toda nuestra comunidad abrace una historia deportiva y vital verdaderamente única”.
“Al abordar la agencia libre este verano para el puesto de pívot», añadió el director general Michael Arcieri–desde un punto de vista puramente de talento y capacidad técnica, buscábamos un jugador con gran presencia física y dinamismo, capaz de capturar rebotes a un nivel de élite (especialmente en el aspecto ofensivo), que no sólo pudiera ser un gran jugador, sino también un gran jugador;nivel de élite (especialmente en el aspecto ofensivo), para proteger la pista abierta y la plancha tanto como taponador como disuasorio, y para defender con eficacia en el pick and roll; todo ello, ofreciendo al mismo tiempo en el aspecto ofensivo la capacidad de correr la pista y un espaciado vertical que complementara el juego dinámico de nuestros escoltas. Desde un punto de vista puramente personal, como siempre, buscamos a un tipo con una integridad, una ética de trabajo, una competitividad y una pasión excepcionales, no sólo por el juego, sino también por sus compañeros, su club y su ciudad. Mady Sissoko posee todas estas cualidades, y más. La evolución de su juego en los últimos cinco años ha sido evidente y está a la vista de todos. El entrenador González y su equipo están entusiasmados ante la perspectiva de cultivar las siguientes etapas de su crecimiento técnico. Y su inspiradora historia de vida es una maravilla en sí misma. Aportará una dimensión muy especial a nuestro equipo, a nuestro vestuario y a toda la organización. Estamos absolutamente encantados de dar la bienvenida a Trieste a Mady y a su familia, ¡y le damos nuestro más cálido abrazo triestino!
La carrera de Mady Sissoko es una novela de entrenamiento. Su historia no empieza en un parqué, sino en los campos de maíz de su pueblo, Tangafoya, una remota comunidad rural de Malí sin electricidad ni coches. Último de diez hermanos, aprendió de su padre el significado del trabajo duro y soportó caminatas diarias de tres horas para poder estudiar, empujado por la voluntad de sus padres. Tras empezar a jugar al baloncesto muy joven, a los 15 años tuvo la oportunidad de trasladarse a Estados Unidos, a la Wasatch Academy de Utah. El impacto es duro: no habla inglés y la soledad le lleva a estar a punto de abandonar, pero su tenacidad le permite superar todos los obstáculos, aprender el idioma y ganarse la llamada, como uno de los Top40 de su año, de una leyenda del baloncesto universitario como Tom Izzo en Michigan State. Durante cuatro años se formó en una de las mejores “fábricas de campeones” de Estados Unidos, alcanzando siempre el Torneo de la NCAA y ganándose el respeto incondicional de su entrenador y compañeros por su fiabilidad y ética de trabajo. La temporada pasada, el traslado a California demostró ser el movimiento clave: a las órdenes del entrenador Mark Madsen, Sissoko explotó, convirtiéndose en el capitán del equipo y en el ancla defensiva, acabando como el quinto mejor reboteador (8,2 de media) y el segundo mejor reboteador ofensivo (3,1) en una conferencia tan competitiva como la ACC.
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