Trieste despide por todo lo alto a los cinco elementos que se marcharon en verano

Denzel Valentine, Jayce Johnson, Sean McDermott, Kylor Kelley y Massimiliano Obljubech: son los cinco destinatarios de los saludos y agradecimientos del Pallacanestro Trieste, que, antes de centrarse en la temporada que está a punto de comenzar, ha querido homenajear a quienes contribuyeron a la brillante temporada de los giulianos, que, como recién ascendidos, se clasificaron tanto para la Final Eight de la Copa de Italia como para los playoffs.
El saludo de los jugadores que tanto dieron a nuestra causa es siempre un momento agridulce, – explicó Paul Matiasic, propietario del Pallacanestro Trieste.
“Decir adiós a los jugadores que han dado tanto a nuestra causa es siempre un momento agridulce – explicó Paul Matiasic, propietario de Pallacanestro Trieste -. Estos atletas no sólo eran profesionales destacados en la cancha, sino también hombres que entendieron y abrazaron el espíritu de Trieste y nuestro pueblo”.
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“Honraron la camiseta rojiblanca cada día y contribuyeron a escribir una de las páginas más bellas de nuestra historia reciente. En nombre de todo el club, les doy las gracias de todo corazón y les deseo lo mejor, porque se lo merecen. Las puertas del Trieste siempre estarán abiertas para ellos” añadió Matiasic.
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“Denzel nos ha dado mucho más que puntos, asistencias y victorias– dijo Michael Arcieri, director general del equipo rojiblanco – Ha aportado alegría, música, risas y un espíritu libre que nos ha ayudado a todos a respirar un baloncesto maravilloso. Lo mismo digo de Jayce, el compañero de equipo por excelencia, cuya sonrisa de un millón de dólares y su increíble apoyo a todos en el club iban de la mano con su extraordinaria energía y pasión en la cancha”»
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“Sean– continuó Arcieri– era (y es) un modelo de pura profesionalidad, cuyo perfecto tiro en suspensión y enfoque único de cada jugada ofensiva y defensiva reflejaban su enfoque de cada día y cada interacción con cada persona con la que se encontraba. Kylor se unió a nosotros hacia el final de nuestra carrera (lo que nunca es fácil) y dedicó todo su esfuerzo y talento, sin reservas, por el bien del equipo (incluida su tremenda actuación en el último partido de la temporada regular para asegurarnos el sexto puesto en la clasificación). Y Max se ha entregado en cuerpo y alma a nuestro equipo estas dos últimas temporadas, trabajando sin descanso, siempre con seriedad, humildad y una sonrisa amable que ha sido apreciada por todos. Su futuro en nuestra liga será brillante”.