Federico Bonazzoli recorta distancias en el mercado futbolístico
Las imágenes de su gol contra el AC Milan han dado la vuelta al mundo. No sólo por la belleza del gesto técnico con el que envió el balón al interior de la portería defendida por Mike Maignan, sino también porque el tanto permitió a los cremonenses comenzar a lo grande el campeonato de la Serie A, con una victoria en el campo de los ambiciosos rossoneri.
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Federico Bonazzoli, sin embargo, no deja que se le suba a la cabeza, y corta por lo sano, que se cerrará el 1 de septiembre y parece que deparará alguna sorpresa más, incluso para la máxima categoría.
“Mi Inter es cremonés– declaró a la Gazzetta dello Sport, anclándose en la recién ascendida grigiorossa – Me siento bien aquí y quiero quedarme. He aprendido con el tiempo que mirar demasiado lejos, crear expectativas, es más perjudicial que beneficioso”.
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El clase 1997 de Manerbio (Brescia) debutó en Serie A con los nerazzurri cuando aún era menor de edad, el 18 de mayo de 2014, durante un partido contra el Chievo. Walter Mazzarri, entonces en el banquillo de la Beneamata, lo lanzó.
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