Milán Cortina 2026, Sergio Mattarella enciende el brasero olímpico

Martino Davidi

“El fuego olímpico – prosiguió el Jefe del Estado al margen de la ceremonia – nos recuerda que las mujeres y los hombres pueden aspirar a metas cada vez más altas, que son libres y capaces de progresar y que la conciencia de un destino común y de un progreso común requiere la fraternidad humana, impulsa a la solidaridad, exige que no haya prepotencia, que se destierre toda pretensión de superioridad por origen étnico, por creencia religiosa, por condición social. Este mensaje es retransmitido cada día por los jóvenes que practican deportes, por el variado universo de los aficionados, por los verdaderos campeones de cada disciplina”.

“La paz está inscrita en el ADN olímpico desde la antigüedad. En la antigua Grecia, cuando se celebraban las competiciones, como es bien sabido, se paraban las armas. Italia ha pedido que se renueve la tregua olímpica, y esperamos que sea posible, es más, esperamos más: que los dos meses que nos separan del comienzo de los juegos puedan traer la distensión y el diálogo, detener la agresión y la barbarie, apagar la voluntad de poder que siembra el miedo, la muerte, la devastación. En cualquier caso, el signo de la paz de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Italia será claro y visible en todas las latitudes. Es nuestra naturaleza, nuestra cultura, nuestra historia&#8221, concluyó Mattarella.