F1, Red Bull: Sergio Pérez de espaldas al muro, Christian Horner se va al suelo
A pesar de la renovación, la confirmación de Sergio Pérez ya no está cantada
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Octavo en Imola, retirado en Montecarlo y Montreal, octavo en Cataluña, séptimo en Austria (tras un octavo puesto en la Carrera Sprint), incluso decimoséptimo en Silverstone, y finalmente séptimo en Hungría: el historial de Sergio Pérez desde su podio en China el 21 de abril ha sido de todo menos encomiable, y no es casualidad que a Red Bull parezca habérsele agotado la paciencia con el mexicano.
A pesar de la renovación de contrato anunciada a principios de junio, la permanencia de Checo'en la escudería austriaca es cualquier cosa menos una conclusión inevitable, y las palabras de Christian Horner al margen del fin de semana en Hungaroring suenan a ultimátum: «No vamos a discutirlo delante de los medios de comunicación», dijo el director del equipo Red Bull a Viaplay' «pero no podemos correr con una sola pierna».
La mala racha de Pérez no ayuda a un equipo en problemas, incluso cuando se trata de Max Verstappen, que a pesar de una gran ventaja en el campeonato ya no es capaz de dominar la escena: una situación que ha creado más tensiones internas, como lo demuestra la discusión por radio con el ingeniero de pista Gianpiero Lambiase, que después del contacto entre el holandés y Hamilton en la carrera y había rechazado duramente las posteriores protestas del actual campeón del mundo.
A pesar de ello, Red Bull sigue por delante de todos tanto en la clasificación de pilotos, con Max Verstappen 76 puntos por delante de su inmediato perseguidor Lando Norris, como en la de constructores, donde el equipo fundado por el fallecido Dietrich Mateschitz tiene 51 puntos más que McLaren.