He aquí al nuevo Papa: León XIV es un apasionado del tenis
A las 18.08 horas de la chimenea de la Capilla Sixtina salía el humo blanco: la Cristiandad tenía un nuevo Papa. Poco más de una hora después se anunciaba su identidad: era el estadounidense Robert Francis Prevost, que adoptó el nombre de León XIV,
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Nacido en Chicago, Illinois, el 14 de septiembre de 1955, de padre de ascendencia francesa e italiana y madre española, es agustino y está muy vinculado a Perú, donde fue misionero durante muchos años y donde fue obispo de Ciclayo. Es el primer pontífice norteamericano de la historia.
Desde 2023 es cardenal, nombrado por supuesto por el Papa Francisco, del que, al menos desde sus primeras palabras a la multitud en la Plaza de San Pedro tras su elección, parece querer seguir la renovación de la Iglesia también en virtud del nombre elegido, el de León XIII, autor de la rompedora encíclica ‘Rerum novarum’ a finales del siglo XIX.
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Pasando, sin embargo, a lo que concierne al deporte, el nuevo Papa es un gran aficionado al tenis, que, como escribe la web Supertennis, ha practicado con frecuencia y él mismo se considera un jugador amateur con pocas oportunidades de jugarlo desde que dejó Perú en 2023 para convertirse en cardenal diácono de Santa Mónica en Roma.
