¡Jannik Sinner es el nuevo rey de Wimbledon! Carlos Alcaraz se rinde en la remontada, el Azul en la leyenda

Jannik Sinner es el nuevo rey de Wimbledon: el tenista italiano superó en la final a Carlos Alcaraz y se convirtió en el primer italiano en ganar el torneo londinense. En la abarrotada Pista Central, el del Tirol del Sur vuelve a escribir la historia del tenis italiano, firmando quizá el capítulo más hermoso de su carrera, su primer triunfo en el torneo más prestigioso del año. El campeón de San Cándido, en su cuarto Slam, se impuso en una remontada a su rival de toda la vida, Alcaraz, con parciales de 4-6, 6-4 y 6-4. El factor decisivo fue su saque, que casi nunca le falló y puso en crisis a la estrella murciana.
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En los primeros juegos dominaron los saques, y el primer susto lo dio el azzurro, que logró el break en el quinto juego. El campeón murciano, sin embargo, subió un peldaño y robó el saque a Sinner’ en el octavo juego, reequilibrando el marcador. En el décimo juego llegó otro break y el español cerró el primer set por 6-4.
Sinner reaccionó de inmediato y al inicio del segundo set consiguió el break, aprovechando el bajón de concentración de su rival. Alcaraz consiguió, aunque con alguna dificultad, mantener el saque (a pesar de un corcho de champán), Alcaraz limitó el daño mejorando su saque pero no fue capaz de encontrar el contrabreak: cerró el set 6-4.
Alcaraz salvó el break de su rival.
Alcaraz salva dos puntos de break al inicio del tercer set, Sinner, en cambio, se muestra muy sólido al saque (muy buen primer saque) y sólo deja migajas al ibérico. El campeón murciano se creció con su saque y encadenó un ace tras otro, pero en el noveno juego, el sudtirolés, muy agresivo, consiguió un break de oro, aprovechando inmediatamente el primer punto de ruptura. Fue el punto decisivo que permitió a Sinner superar a Alcaraz: el italiano lleva ahora una ventaja de 2-1 en la final.
Cuarto set: Jannik Sinner parecía inexpugnable en su turno de servicio, y ganaba cada vez más confianza en la devolución. En el tercer juego, Jannik Sinner rompió a su rival con una serie de respuestas alocadas. Fue el momento más difícil para Alcaraz, que no encontraba la llave para responder al saque del campeón de San Cándido. En el octavo juego, el español desperdició dos puntos de break, mientras que Sinner fue juez: en el décimo juego obtuvo tres puntos de partido y, a diferencia de Roland Garros, sólo desperdició uno, entrando así en la historia del tenis.
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