Juventus-Inter, Cristian Chivu tiene algo nuevo en mente para Turín

El sábado por la tarde, en el Stadium, se verá con toda probabilidad a un Inter de perfil conservador. ¿Pero en qué sentido? Salvo sorpresas, el once inicial no debería desviarse demasiado del de la temporada pasada, con un solo cambio seguro y, como mucho, dos.
El grupo no se reunió al completo hasta ayer, tras el regreso de la selección. El único que hizo trabajo liviano fue Lautaro, que regresó tarde de Argentina, pero su presencia junto a Thuram no está en duda. El cambio más probable se refiere a la defensa: Akanji parece destinado a ocupar el puesto de Bisseck junto a Acerbi y Bastoni, ya que su velocidad y experiencia se consideran útiles para contener el ataque bianconero.
En el centro del campo las certezas se llaman Barella y Calhanoglu, mientras que la papeleta entre Mkhitaryan y Sucic sigue abierta: por ahora las posibilidades están en el aire. Diouf y Frattesi, largamente probados en las dos últimas semanas, deberían representar en cambio soluciones a insertar a medida que avance el partido. En los carriles, Dimarco y Dumfries siguen siendo intocables.
La forma de partida seguirá siendo el 3-5-2, garantizando equilibrio y continuidad. La elección refleja la importancia del reto: en la tercera jornada el Inter ya está llamado a la caza, a tres puntos de la Juve y con el peso de la derrota en casa contra el Udinese. Mejor por tanto confiar en las certezas, dejando las novedades como armas a jugar en el partido en curso.
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