Federica Brignone lanza una nueva advertencia sobre su regreso

Federica Brignone en una larga entrevista concedida al Corriere della Sera deja claro que aún no tiene una respuesta definitiva sobre su vuelta al esquí y a las carreras tras su grave lesión el pasado mes de abril en los campeonatos de Italia. Estas son las palabras de la campeona del Valle de Aosta, de 35 años y ganadora de la última Copa del Mundo.
«No ha sido un verano. Nada de mar, surf, diversión: viví en el J-Medical de la Juventus con el único propósito de mejorar. Cogí un piso en Turín: sólo desde agosto, después de la segunda operación, he ido y venido a La Salle. Necesitaba volver, volver a ver las montañas del Valle de Aosta: me ayudó a retomar una vida seminormal”.
«Mi objetivo era curarme y ya está. Me iba a casa y hacía los ejercicios que me faltaban, me ‘pegaba’ al hielo. La prisa no existe en estos casos, pero intenté ponérmela. La segunda operación fue el punto de inflexión. Pero hasta los cuatro meses no tuve tiempo ni de leer: de la mañana a media tarde estaba aquí, luego igual no acababa. Pero seguía mucho el deporte, incluso asistía a competiciones”.
“He tenido algunos accidentes graves: ya me había roto la meseta tibial, aunque no así. Y hace tres años tuve un agujero en un tendón: no dije nada y me ocupé de mis asuntos. Esta lesión es bastante diferente, pero no cambia mi perspectiva. Cuando me di cuenta de que necesitaba la segunda operación. No caminaba bien, no subía escaleras, tenía la rodilla hinchada. Me dije: ¿aún así después de cuatro meses? Por otro lado, había fases opuestas: a menudo me sentía fuerte, receptiva, positiva. En resumen, una luchadora como yo sola”.
«¿Consejo de Goggia? Sofía ha vivido muchas lesiones, pero diferentes de ésta: para cada recuperación, pues, hay un camino preciso. Mi faro ha sido Federico Bistrot, el fisioterapeuta en quien confío plenamente. La austriaca Nina Ortlieb, que ha pasado por 20 operaciones, fue muy amable al darme consejos prácticos: cómo ducharme, lavarme el pelo, gestionar acciones normales que se han vuelto complicadas”.
“Por un lado estoy deseando volver a esquiar, por otro no quiero volver a ponerme los esquís y sentirme incómodo: sería un golpe muy duro. Con lo que ha pasado, sí, tenía miedo de no conseguirlo. En ese caso podría plantearme retirarme? Tal y como soy, no sé si me retiraría. Probablemente diría: ‘Vale, este año no lo conseguiré, pero lo volveré a intentar’. Si no me hubiera hecho daño, estaría más dispuesto a dejarlo. Pero ahora no puedo echarme atrás. ¿Decidirá la mente? En primer lugar… la pierna izquierda”.
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“El tiempo de recuperación iría más allá de los Juegos de 2026 y de la próxima temporada: algunas personas han tardado dos años en volver de una lesión similar. Así que tengo que engañar al tiempo, pensando día a día. ¿Cuándo volveré a esquiar y a competir? Aún no lo sé. Lo más urgente es reeducar el cuerpo, por ejemplo para correr: es mucho después de lo que pasó. ¿Cómo voy a sobrellevar el dolor que todavía siento? Soportándolo, sin importarme. Así que tendré que reconstruir mis músculos y en este frente trabajo como una bestia: mi cuerpo no debe sentirse mal”.
“Ya sé que no estaré tan preparado como en el pasado. Y sé que la flexión completa de mi rodilla no la recuperaré nunca, me he hecho un lío en la vida. Pero quiero volver a esquiar y que el cuerpo confíe en mí. Pero habrá que tener paciencia: incluso retomar el esquí será una rehabilitación, entenderé si puedo superar las etapas”.
“Hay varias maneras: utilizar normas estrictas para los centros de entrenamiento; hacer obligatorios dispositivos como los airbags sin excepciones; hacer menos trajes de alto rendimiento; trabajar en los cascos, aunque veo imposible adoptar los integrales. Esto no debe hacernos olvidar que el riesgo cero no existe, que esquiar es peligroso – Schumacher se lesionó a 30 km/h…-, que la velocidad, el ingrediente del espectáculo, es lo que nos convierte en héroes”.
‘¿Estaré en los Juegos? Aún no tengo respuesta, me estoy dejando la piel para participar. ¿Quieren que esté allí? Lo entiendo y se lo agradezco. Pero a los que me lo ponen fácil, me gustaría pedirles que cambien mi pierna lesionada por la suya sana… ¿Para ser abanderado de todos modos? La perspectiva de ser abanderado de Italia me motiva aún más. Si eres más joven, te curas mejor. Pero quizá no habría tenido la voluntad que tengo hoy. Ya he cumplido los sueños que tenía de niño, eso es una cosa más. Pero tengo que intentarlo”.