Empate 1-1 entre el Spezia y el Bari que disgusta a todos
Un empate a uno que deja a todos decepcionados. Spezia y Bari suman un punto cada uno en el desafío del Picco, que no relanza las ambiciones de playoff de los invitados (el octavo puesto está ya a 2 puntos, el cuarto a 7) y no resuelve los apuros de los anfitriones, que siguen en zona de playout. Con el riesgo incluso de caer en picado a los tres últimos puestos de la clasificación durante el fin de semana.
La nueva aventura de Roberto Donadoni en el banquillo no pudo empezar peor: a los siete minutos, de hecho, su Spezia ya iba por detrás en el marcador. El gol fue obra de Gytkjaer, dejado culpablemente solo por la zaga ligur y capaz de aprovechar un córner botado por Verreth para colarlo fácilmente en la red. La reacción fue floja, con Pucino anticipándose a Di Serio y un Bari que incluso pudo doblar con Maggiore y Nikolaou.
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Pero el partido cambió repentinamente de cara en los últimos diez minutos de la primera parte. En el 36′ el Spezia empató tras una carrera en solitario de Vlahovic que permitió a Kouda colar el balón por la escuadra. En el júbilo llega una tarjeta amarilla que tendrá mucho peso, ya que en el minuto 42, el mismo centrocampista atropella a Maggiore, dejando a su equipo con diez durante más de la mitad del partido.
Se esperaba que el Bari saliera a la ofensiva desde el inicio de la segunda parte, pero el Spezia se reorganizó y consiguió contener las iniciativas de su rival. Al contrario: Di Serio pudo marcar tres veces para dar la ventaja a los ligures. Luego es Cerofolini quien niega una gran alegría a Vlahovic. El ambiente en el estadio se volvió sombrío tras una suspensión debida a un problema en las gradas que acogían a los aficionados locales. Luego en la final se volvió a jugar con más serenidad, pero los intentos de Castrovilli y Nikolaou no fueron suficientes para cambiar el resultado.
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