Ray Giubilo, talento y mucho más: "Para una buena imagen se necesita lo básico"

Sportal.it

Ray Giubilo presentó su espléndido nuevo libro, titulado Raquetas voladoras y dedicado a dos mundos que conoce a la perfección: el de la fotografía, de la que es un cotizado exponente, y el del tenis, que le ha permitido tomar imágenes icónicas, como la famosa de Jasmine Paolini. Sportal.it le entrevistó en exclusiva en Turín.

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¿Qué importancia tuvo empezar cuando la tecnología no estaba tan avanzada?
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Me ayudó mucho. Entonces era mucho más difícil. No podías ver el resultado de tu trabajo de inmediato, así que tenías que ser extremadamente preciso con la exposición. No podías simplemente disparar y luego corregir: si la foto estaba mal, estaba perdida.

Tenías que ser extremadamente preciso con la exposición.

No había «prueba de la tira» como hoy?
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Así es. El «strip test», es decir, hacer unos tiros de prueba para ver el rendimiento antes de continuar, era un lujo. En el tenis ni siquiera hay tiempo para hacer eso. Con la analógica había que tener ojo y técnica. Crecer con esa mentalidad te entrena. Te acostumbra a entender realmente la luz, el tiempo, el encuadre. Hoy con el digital puedes hacer muchas cosas, pero si no tienes una base sólida, no haces milagros.

¿Así que el talento se cultiva desde el principio?
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Sí, desde luego. Y hace 30 años todo era diferente: para un torneo tenía un presupuesto de 100 euros, y eso significaba 3.600 tiros para toda la semana. Hoy haces un torneo con 30.000 o 40.000 tiros. Es otro mundo.

¿También han cambiado los tenistas?
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Sí, todo ha cambiado. Su forma de jugar, pero también su relación con los fotógrafos. Ya no son vanidosos, yo diría que son más recelosos. Hasta los años 90 había más confianza. Las fotos ‘scoop’ sólo las hacían las grandes agencias o los periódicos importantes. Los jugadores te conocían, había una relación personal. Ahora está el entorno, que actúa como barrera.

Sigues conociendo a muchos jugadores,
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Sí, pero los conozco más desde el campo que en persona. Les observo, les escucho, entiendo quiénes son viéndoles reaccionar, enfadarse, animar. No necesariamente tienes que conocerlos cara a cara.

Difícil disfrutar de los partidos…
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Estoy muy centrado en el trabajo. Si miras el partido te pierdes el acierto. Casi siempre me quedo en un jugador, excepto cuando estoy arriba y puedo hacer tiros más grandes, como en dobles. También estoy pendiente del marcador: sabes cuándo puede llegar un gesto fuerte, una reacción emocional o un momento plástico.

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