Brindisi, Frank Vitucci se queja de los porcentajes
«Fallamos tiros que estaban muy bien construidos»
Después de dos victorias consecutivas en el fotofinish entre el campeonato y la Copa de Europa, Happy Casa Brindisi perdió en el PalaBigi de Reggio Emilia con un resultado de 92-78. Fue un partido difícil en el que se impuso la buena racha goleadora de los anfitriones, que volvieron a triunfar después de cinco derrotas seguidas, recompensadas por una noche de tiro muy precisa para lograr su primera victoria en casa de la temporada.
El quinteto titular clásico de Happy Casa está formado por Bowman-Reed-Burnell-Mezzanotte-Perkins. El capitán Burnell muerde inmediatamente en defensa, realizando dos recuperaciones en los primeros minutos de juego, y Mezzanotte está listo con la especialidad de la casa: mate y tiro de tres puntos para 8 puntos consecutivos (14-13 a 5′). Los ataques entraron inmediatamente en ritmo, lo que se tradujo en un primer cuarto pirotécnico de 27 puntos. El primer descanso del partido de 8-0 es a favor de Reggiana, que se pone por delante 37-32 en el minuto 14. La reacción del Brindisi comienza con Bruno Mascolo endureciendo su defensa y permitiendo a su equipo correr en campo abierto. Al final de la primera parte, los locales se ponen por delante 52-43 gracias a la excelente racha anotadora de Michele Vitali.
A la vuelta de los vestuarios, siempre es el italiano el que encuentra la canasta con continuidad, y el Reggio alcanza la máxima ventaja de +16 (71-55) mientras el Brindisi intenta agarrarse a los hombros de Perkins, con dificultades en ataque. Bowman se ilumina de repente con 7 puntos consecutivos, pero la montaña que hay que escalar es demasiado empinada. Reggio comenzó a correr de nuevo y nunca miró atrás en el último cuarto.
Estas son las declaraciones, recogidas por la web oficial de la Happy Casa, de Frank Vitucci, entrenador del equipo apulense, en el postpartido: «El Reggio ganó ciertamente con mérito un partido muy conducido ofensivamente, al que sólo en la primera parte respondimos adecuadamente. Teníamos que hacerlo mejor pero no lo conseguimos, en la segunda parte ya no tomamos el control y siempre nos vimos obligados a perseguir. Incluso hoy los porcentajes nos han penalizado al fallar tiros bastante bien construidos a pesar de haber realizado once tiros más que el rival».