Sinisa Mihajlovic, Sven Goran Eriksson: ‘Duele tanto…’
Sven Goran Eriksson, mentor y ex seleccionador sueco: «Tengo mil recuerdos, creía que aún ganaba…».
Sven-Göran Eriksson recordó en una entrevista al Corriere della Sera a Sinisa Mihajlovic, a quien entrenó en su época del Lazio. El entrenador serbio falleció el viernes a la edad de 53 años a causa de una leucemia. «Tengo cien, mil, infinitos recuerdos. Qué dolor, qué pena. ¿La última vez que supe de él? Cuando dijo: Tengo la enfermedad de nuevo. Le llamé inmediatamente. Pensé que tenía que animar a un amigo, había preparado algunas frases útiles. ¿Cómo se dice? Circunstancial. Pero no, era la Sinisa de siempre. Podía oír su voz segura. Sabía a lo que se arriesgaba, sabía que la enfermedad era terrible. Pero no tenía dudas. Lucharé contra esto también. Ganaré este también, es difícil, pero ya sabe cómo soy, señor’.
«Era un campeón. Dentro, pero también fuera del campo. Aquel Lazio estaba lleno de talento, de gente de calidad, con personalidades muy fuertes. Y luego había serbios, croatas. Todo se nos puede ir de las manos. Pero Sinisa siempre jugó para el equipo, para ganar. Siempre quería ganar. Y para lograr la victoria sacrificó mucho. Un guerrero. Recuerdo las interminables sesiones de entrenamiento, recuerdo sus penaltis…».
«Pero no sólo era fuerte para marcar goles. ¿Sabes lo que significa tener un defensa central con ese pie? Te cambia el juego en un instante. Y leía las tácticas mejor que otros. Con un lanzamiento de 60 metros, zac, contraataque y marcarías. Y siempre entre los primeros en llegar al campo de entrenamiento. No, no puedo creer que se haya ido. Quería que los jóvenes aprendieran a chutar bien. No se guardaba los secretos de su clase. Él enseñó. Incluso a los porteros.
«Pero, ¿te imaginas? A los 53 años, todavía podría haber hecho muchas cosas», continuó Eriksson, «el mundo del fútbol podría haberse enriquecido durante otros 15-20 años». Qué dolor tan grande perderle. Duele, duele mucho. No lo creo. Pensé que aún así ganaría. Porque siempre quiso ganar. En la práctica, en el juego, en la vida. Siempre. Pero nunca haciendo trampas, nunca pasando por encima de los demás. Un verdadero campeón. Lo sé, son frases obvias, pero Sinisa era así. ¿Qué más puedo decir? Un líder, un campeón, un gran hombre, un amigo».