Iliass Aouani no sólo ve insultos racistas en las redes sociales
Las palabras de Iliass Aouani
Historia y futuro, un campeón olímpico y un nuevo plusmarquista italiano. En el episodio de esta semana de la tertulia de Atletica TV, el medallista de oro de maratón en Atenas 2004, Stefano Baldini, y el flamante plusmarquista de 42,195 km, Iliass Aouani, se enfrentan tres días después de su coronación en Barcelona (2h07:16), con la que batió en tres segundos el límite nacional de Faniel. El propio Aouani se dirige a Baldini con devoción: «Fue una fuente de inspiración para mí, un ídolo que me acompañó de niño y me llevó a superar mis límites». Al recordar las imágenes de la hazaña olímpica, no puedo ni imaginar las emociones de esa última vuelta: todo el mundo sueña con vivirlas, y sólo uno cada cuatro años tiene el privilegio de experimentarlas, pero eso no significa que no vaya a poner toda mi alma en ello». El héroe de Atenas le anima: «Me pongo en la piel de Iliass y sé que durante 15 meses, de aquí a París, al menos una vez al día mis pensamientos irán a los Juegos Olímpicos». Aouani es de los que no temen correr para ganar, es uno de esos casos en los que trasladarse a Estados Unidos para un periodo de estudio y competición provoca un cambio de mentalidad. Conocer a Massimo Magnani en Ferrara fue el viático de un camino que hasta ahora le ha llevado a este récord».
Un récord que Baldini ostentó durante 14 años (2h07:22), de 2006 a 2020. Y que ahora posee el milanés de la Fiamme Azzurre, 27 años, dos ingenierías en Estados Unidos, un tipo con una inteligencia y una sensibilidad fuera de lo normal, muy por encima de la ignorancia de quienes le insultan en la red y cuestionan que sea italiano. Algunos comentarios de los últimos días han dolido como cuchillas, pero Aouani sabe replicar con clase y madurez: «No estoy de acuerdo con quienes dicen que Italia es un país racista. Es un error pensar así, y sería una injusticia ser desagradecido con el país que me acogió hace veintiséis años, abriéndome sus puertas indiscriminadamente. Cada día estoy rodeado de afecto. Sin embargo, quiero concienciar sobre ciertos temas».