F1, Monza vuela hacia el futuro con Charles Leclerc

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F1, Monza vuela hacia el futuro con Charles Leclerc

Monza vuela hacia el futuro: este es el concepto que expresa el póster -desvelado hoy- que acompañará la campaña de comunicación del 94º Gran Premio Pirelli de Italia de Fórmula 1, que tendrá lugar en el Autodromo Nazionale Monza del 1 al 3 de septiembre. La pista de Monza destaca en el panorama del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 por sus promedios de velocidad récord, mereciendo el sobrenombre de “Templo de la Velocidad”. El GP 2023 será un capítulo más de una historia centenaria, gran parte de la cual se ha caracterizado por su presencia constante en el calendario de Fórmula 1 desde 1950 hasta la actualidad, con la única excepción de 1980.

Creado por la ACI, el cartel – además de ser siempre un objeto de culto para los coleccionistas – constituye, por tradición, un hito en la campaña de comunicación con vistas al GP de septiembre.
Los elementos gráficos, representan la síntesis perfecta entre el glorioso pasado, el apasionante presente y el excitante futuro del circuito; un futuro aún más brillante por la relevancia y calidad de las obras de modernización, que asegurarán que la F1 estará en casa en Monza durante muchos más campeonatos del mundo.

Destacan algunas de las estructuras icónicas del Autodromo Nazionale, como el podio -que, desde 2002, se extiende sobre la pista como una mano abierta para acercar a los ganadores a las multitudes que invaden el circuito (una tradición nacida en Monza)- y la torre de detección: un símbolo de la investigación y la innovación, dos elementos fundamentales que siempre han formado parte del ADN del circuito. Las dos torres, situadas en la recta principal, se construyeron de hecho en 1955, junto con el Anillo de Alta Velocidad, con la función de informar al público del desarrollo de las carreras a través de un futurista – tiempo – tablero luminoso. Después, desde 1997, se han transformado en codiciadas instalaciones de hospitalidad. El póster también muestra el edificio de boxes, uno de los más modernos de la instalación: una estructura muy flexible, muy apreciada por los aficionados más exigentes, que está destinada a seguir evolucionando en los próximos años.

Sin embargo, lo que más llama la atención es el Ferrari número 16, pilotado por Charles Leclerc: el piloto monegasco ya ha probado lo que significa ganar el Gran Premio de casa del Cavallino Rampante. Su coche en primer plano è una sirena roja hechiza a los aficionados, impulsándolos hacia la pista. A su lado, a la derecha, la librea de un Red Bull que, hasta ahora, ha dominado el Mundial, con un Max Verstappen camino de su tercer título mundial. A la izquierda, el Aston Martin – la auténtica sorpresa del año -gracias al cual, a sus 41 años, Fernando Alonso vive una segunda juventud-. Los coches aparecen lanzados en la recta principal, lo que da una idea de la velocidad, que es muy alta en Monza: el récord oficioso pertenece a Juan Pablo Montoya, que en 2002, al volante del Williams con motor BMW, alcanzó los 372,4 km/h.

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