Filippo Tortu aclara su lesión
Las palabras de Filippo Tortu
Misión cumplida: el equipo italiano de 4×100 se aseguró la clasificación para los Mundiales de Budapest al correr 38.04 en Grosseto, gracias al cuarteto compuesto por Roberto Rigali, Filippo Tortu, Lorenzo Patta y Samuele Ceccarelli, una alineación sin precedentes capaz de correr el tercer mejor tiempo de la historia para el equipo italiano de relevos, inferior sólo a los dos tiempos realizados en Tokio en la final (37.50) y en la batería olímpica (37.95). Italia, al mejorar claramente los 38.38 corridos en mayo, evita de un plumazo a cinco equipos nacionales en el camino de Budapest y firma el segundo tiempo de la repesca (de ocho), teniendo la razonable certeza de no quedar fuera de los ocho clasificados el 30 de julio. Al final, momentos de aprensión para Tortu, que se quedó en el suelo con el brazo dolorido y se levantó a los pocos minutos. En cuanto a los sub-23, hubo otra mejor actuación italiana en la categoría tras la del pasado sábado en Espoo: tres cuartos del equipo campeón de Europa sub-23 (Eric Marek, Matteo Melluzzo, Marco Ricci), con la inclusión de Lorenzo Simonelli en la última fracción, se expresaron en 38.76 menos de una semana después de 38.92 todo oro. Tercer puesto para el cuarteto de Malta con 40.76.
“È Fue incluso mejor de lo esperado – las palabras de Roberto Rigali – teniendo en cuenta que con Filippo Tortu no cambié muchas veces. Pero nos encontramos inmediatamente y es también el resultado de muchos encuentros, que empezaron hace cinco años, así que aunque no probemos muchas veces podemos entender lo que busca nuestro compañero”. Primera vez en la tercera fracción para el campeón olímpico Lorenzo Patta: “Llevaba tiempo soñando con hacerlo, y estoy muy contento por un resultado que llevábamos esperando mucho tiempo y que por fin ha llegado. Feliz de haberlo corrido aquí, en Grosseto, en nuestra casa”.
Después, el clamor del público para alegrarse con Samuele Ceccarelli en la línea de meta: “¡Un verdadero espectáculo! Hemos conseguido demostrar lo que podemos valer y lo que el grupo puede hacer. Es fruto del trabajo con el sector técnico de la Federación, siempre atento a las necesidades de los atletas, pero también del compañerismo entre nosotros, que bromeamos y nos tomamos el pelo, para que cuando llegue la hora de competir estemos concentrados y respondamos para dar lo mejor de nosotros mismos. Hemos intentado, querido y soñado tanto con esta clasificación para el Mundial», dice Filippo Tortu en un post social, «que cuando me enteré de que lo habíamos conseguido, animé como nunca en mi vida… quizá demasiado, porque se me salió el hombro en el júbilo. Duele, ¡pero duele menos cuando pienso que vamos a Budapest! Gracias chicos, por lo que hemos conseguido y por el sentimiento de pertenencia a esta camiseta que cada vez que mostramos juntos”.