Larissa Iapichino a un paso de los 7 metros
Las palabras de Larissa Iapichino
Una excepcional Larissa Iapichino, todavía a un paso de los siete metros, imbatible en la Liga de Diamante 2023: su tercera victoria de tres llega en el salto de longitud de Montecarlo con un superlativo salto final de 6,95 (+0,3), una medida con la que supera a la estadounidense Tara Davis (6,88/+0,2) y a la serbia Ivana Vuleta (6,86/0,0) en la final a un mes de los Mundiales de Budapest. La saltadora italiana de la Fiamme Gialle colocó una serie toda al alza, salto tras salto, compás tras compás: 6,62 en el primer salto, luego un nulo, después 6,72, 6,74, 6,81 y finalmente 6,95, que mejora en dos centímetros su récord personal al aire libre establecido el pasado domingo con ocasión de su medalla de oro en los Campeonatos de Europa sub-23 de Espoo (6,93) y a sólo dos centímetros del récord en pista cubierta que le dio la plata en los Campeonatos de Europa en pista cubierta de Estambul en marzo (6,97). Tres de tres: el triunfo en el Mitin de Herculis tras los de la Golden Gala de Florencia y la Bauhaus-Galan de Estocolmo, un mensaje muy claro al mundo, a pocas semanas de los Campeonatos del Mundo que comienzan el 19 de agosto, jornada de clasificación de la prueba larga, en vísperas de la final del 20 de agosto.
Es un momento precioso y trato de disfrutarlo todo lo que puedo, aunque soy consciente de que puede que no dure para siempre y de que habrá altibajos -palabras de Larissa Iapichino, 21 años cumplidos el martes-, pero todo forma parte del viaje. Espero seguir viviendo el atletismo así, con tranquilidad: por un lado me estoy acostumbrando a pisar estas tablas, y por otro me siento como una niña que todavía no puede creer que haya ganado tres pruebas consecutivas de la Liga de Diamante. Hoy, sin mi padre Gianni en casa, he construido la carrera paso a paso y ha sido una experiencia nueva. Falta un mes para los Campeonatos del Mundo, no hay favoritos en mi especialidad y quiero llegar allí de la mejor manera posible.
Un desconsolado Alessandro Sibilio, que se retiró en la carrera de un demoledor Karsten Warholm, nos cuenta lo sucedido en los 400 metros: «A regañadientes me temo que se ha acabado otra temporada -comenta el italiano de la Fiamme Gialle-, después de las cuatro grandes vallas sentí molestias en el muslo izquierdo, en el mismo lugar de la lesión del año pasado. Todavía tengo ese porcentaje de esperanza, pero los atletas lo sentimos cuando se trata de algo importante. Y sentí un dolor agudo al bajar de la cuarta valla. El destino lleva dos años jugando en mi contra. Lo siento mucho porque había oído a tantos aficionados italianos gritar mi nombre en el estadio Louis II. Mañana, cuando regrese a Italia, me someteré a pruebas para un diagnóstico exhaustivo». Mientras tanto, el tiempo de Warholm (el cuarto más rápido de todos los tiempos tras sus 45.94 de Tokio, los 46.17 de Rai Benjamin en los Juegos Olímpicos y los 46.29 de Dos Santos en Eugene 2022) era para morirse. La brasileña Alison Dos Santos debutó con 47.66 y quedó por delante de la estadounidense Cj Allen (47.84).