Campeonatos del Mundo, Zane Weir y Leonardo Fabbri en la final de lanzamiento de peso, Larissa Iapichino en salto de longitud
Campeonatos del Mundo, Zane Weir y Leonardo Fabbri en la final de peso, Larissa Iapichino en longitud
Decepción para Italia en los 20 km marcha, primera prueba de los Mundiales de Budapest: el oro fue para el español Martín, mientras que el italiano Massimo Stano (oro en los Juegos de Tokio en los 20 km, y campeón del mundo en Eugene en los 35 km) se retiró en el kilómetro 17 tras una carrera que transcurrió lejos de los puestos de cabeza. El sueco Kallstrom, medalla de plata, y el brasileño Bonfim, bronce, completaron el podio. Undécimo puesto para el otro italiano en carrera, Francesco Fortunato con un tiempo de 1h19″01.
Hay que tomárselo con filosofía, esperamos los 35 km, pero estaba convencido de que podía disputar el oro», declaró Stano al término de la carrera, «estaba bien y lo siento, lo he dado todo pero he tenido que retirarme para la siguiente carrera. Me di cuenta de que no podía conseguir lo que quería, empecé un declive mental. Martin demostró que está en gran forma, me alegro por él".
Nunca visto: dos italianos en la final de los Mundiales en lanzamiento de peso. Ya había ocurrido en los Juegos Olímpicos en el pasado, no en la prueba del arco iris. El objetivo lo logró Zane Weir, que se adelantó con un excelente 21,82 en el segundo puesto de la ronda preliminar, superando con creces los 21,40 exigidos para el pase directo, pero también Leonardo Fabbri, que fue capaz de arrancar la útil medida en el tercer y último intento con 20,74 en el duodécimo puesto, el último de los clasificados.
Tras aplazarse una hora por la lluvia, y calentar bajo el agua, Weir, campeona de Europa en pista cubierta, se estrenó con 20.81, reservándose un puesto entre las doce mejores. A continuación, el italiano, quinto en los Juegos de Tokio y que hace diez días marcó una marca personal de 22.15, realizó un sprint que confirmó su solidez en las ocasiones que cuentan. Fabbri sigue en la cuerda floja hasta el final, pero puede alegrarse de la primera gran final de su carrera a nivel mundial, tras ser el primero de los excluidos en Doha 2019. Si el brasileño Darlan Romani (22.37) impresiona, el plusmarquista mundial Ryan Crouser (21.48), que anunció en la víspera que no estaba en óptimas condiciones por un problema físico, no exagera. Vuelta a la pista a las 20.37 para la final.
No hubo final para el equipo mixto de relevos 4×400 formado por Lorenzo Benati, Ayomide Folorunso, Riccardo Meli y Alice Mangione, sextos en la primera manga y, en consecuencia, ya excluidos sin ni siquiera poder esperar a la segunda carrera para ser incluidos en los dos tiempos de la repesca. El 3:14.56 azul también se vio inevitablemente afectado por las molestias musculares que sintió Benati a la salida de la última curva (47.15 fue el tiempo registrado para su parcial).
Será una final sin azzurri, la de los 3000 obstáculos. Los gemelos Osama Zoghlami y Ala Zoghlami no lograron superar las series, respectivamente noveno en la segunda (con 8:33.07) y décimo en la tercera (8:28.76), perdiendo terreno frente a los mejores de la prueba.
Larissa Iapichino se clasificó para la final del salto de longitud femenino, prevista para mañana a las 16.55, al marcar 6.73 en el primero de sus tres saltos. Por primera vez, esta florentina de 21 años podrá competir en una final olímpica, después de haberse quedado fuera el año pasado en Eugene.
Tres superaron los 6,80: Tara Davis-Woodhall (USA, 6,87), Marthe Koala (Burkina Faso, 6,84) y la serbia Ivana Vuleta (6,82), mientras que Iapichino fue sexta. La estadounidense Quanesha Burks (6,57), que recientemente había logrado 6,98, la británica Jazmin Sawyers (6,41), campeona de Europa en pista cubierta, las suecas Maja Askag (6,47) y Khaddi Sagnia (6,35) y la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, con tres nulos, quedaron excelentemente eliminadas.