Marco Bezzecchi bromea con Pecco Bagnaia
Las palabras de Marco Bezzecchi
Marco Bezzecchi, encantado con su segundo puesto en Misano, bromeó sobre el contacto con Bagnaia en la salida: "Pecco è un cabrón porque no quiso admitir la salida de pista, pero al final no pasa nada. Cada uno hace lo suyo, la entrada estaba ahí. Bromeo con Pecco y le rompo las pelotas, pero en su lugar yo hubiera hecho lo mismo. He intentado pasar a Jorge en la curva 2, pero no he podido y he tenido que frenar un poco más. Cuando frené él estaba a mi derecha y pudo meterla un poco más fuerte, así que me pasó y siempre me está fastidiando porque me adelanta por fuera, pero tarde o temprano…", concluyó, siempre sonriendo.
"Pecco è el piloto que mejor aguanta el ‘Sunset’ è el más fuerte de todos’ y sabía que podía alcanzarle, pero al no saber a qué distancia estaba he intentado despegarme todo lo que he podido. Como llevaba unas vueltas detrás de ellos, el neumático estaba caliente y sufrí un gran bloqueo delantero. Recordando Silverstone, me dije a mí mismo que tenía que soltar el freno, me fui un poco largo y, por desgracia, Pecco me pasó enseguida. Habría sido una gran oportunidad para seguir a Jorge y luchar por la primera posición. Por desgracia he cometido ese error y creo que es lo único que lamento de esta carrera, pero así ha sido y lo siento, he cometido un error.
Es difícil explicar el cansancio, pero ha sido duro. En la salida, con la adrenalina de la carrera, me sentía mejor que ayer, sabía que iba a sufrir, así que estaba mentalmente preparado para ello. Después, cuando estaba detrás de Pecco y Jorge, no podía pasarles y empecé a luchar con los de delante. La moto è se volvió más física y empecé a sufrir más, así que hice un poco de elasticidad. Cuando conseguí pasar a Pecco tomé un poco de aire fresco y a pesar del dolor la moto empezó a funcionar muy bien. En ese momento he conseguido alejarme de Pecco, pero por desgracia Jorge estaba demasiado lejos. Lo siento porque quería dar a los aficionados y a mi equipo una victoria con todo mi corazón – concluyó Bezzecchi – pero era lo mejor que podía hacer. Más que eso, por desgracia, no pude. ¿Sin dolor? Me cuesta imaginar cómo habría ido".