Leonardo Bonucci: el amargo arrebato de su mujer Martina
Leonardo Bonucci: el amargo arrebato de su mujer Martina
La mujer de Leonardo Bonucci, Martina Maccari, ha descargado su amargura en las redes sociales en una carta dirigida a la Juventus tras la tormentosa despedida de su marido del club bianconero.
"¿Qué nos queda entonces? Ni siquiera un escuálido abrazo final. Fue en una mañana lluviosa en Turín cuando tuve que venir a verte. Porque verte me hace creer que por un momento, quizás, puedas escucharme. Trece años. Durante trece largos años Tú y yo hemos sido Amigos. Y lo sabes. De esos en los que uno es más grande y otro más pequeño, uno es querido por todos y el otro tiene que luchar por encontrar su espacio.
Amigos arrastrados por la pasión, incluso al antagonismo. Amigos que no se eligen, pero a los que la vida acerca, quién sabe por qué extraño designio… Tú y yo hemos compartido la pasión por el mismo hombre, y tú (ahora puedo confesarlo) siempre has ganado. Siempre fuiste la primera en pensarlo, fuiste la que priorizó, y yo la que pensó en el tiempo que queda.
Siempre has sido el que está ahí, aunque no la veas… Como los Amigos que siempre te hacen sentir un poco en la sombra, pero que al final te hacen sentir protegido. Los que sabes que están en segundo lugar pero después de un primero inalcanzable. A los que miras y siempre encuentras la inspiración adecuada. Incluso cuando las cosas van mal Ella’es capaz de transmitirte la inspiración adecuada y Tú’eres quien te asombra cada vez’
.
"Por eso, tal vez, en este amor mío absorbido por ósmosis, te he odiado a menudo. Te he odiado a la sombra de la soledad a la que me obligabas con cadencia programada y calendada. Más allá del horizonte de sentimientos incontrolables como el amor y el odio, tenía la certeza de que serías un faro para siempre. Lo justo en el momento justo, aunque fuera el último, el del fin de los tiempos. Pensé que a pesar de la vida y de los mecanismos normales del transcurso del tiempo que tan bien conocemos, seguiríamos reconociéndonos".
"Pensé que seríamos fieles para siempre a una historia sobre la vida, sobre dar y recibir, sobre el sacrificio y la gratitud, sobre el trabajo y el amor, una historia de vida sobre un pacto de cuidados. Más allá de la moderna picadora de carne, pensé que seguiríamos cuidándonos los unos a los otros. Lo siento mucho. No cambiaré mi forma de ser cuando te conozca. Me atengo a mis pactos. Perder tanto, renunciar incluso a lo que contendimos durante tantos años. Buena vida".