Arrigo Sacchi ya tiene pocas dudas sobre el Inter

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Arrigo Sacchi habló con La Gazzetta dello Sport: "Esperaba un desafío espectacular y no me equivoqué. Me ha parecido un duelo entre boxeadores del más alto nivel: uno lanza un golpe, el otro lo para y pasa al ataque con valentía. No hubo ni un momento de respiro en el Atalanta-Inter, salvo al final de la primera parte, cuando lógicamente bajó la energía física. Por lo demás, sin embargo, hubo lucha en todas las zonas del campo: batallas por recuperar el balón, internadas por las bandas, buenas tramas a la hora de construir una maniobra más articulada. En definitiva, todo lo que un aficionado al fútbol quiere ver cuando va al estadio o se sienta en su butaca para ver un partido frente al televisor. En definitiva, creo que el éxito del Inter es merecido: hizo más en la zona ofensiva, fue más peligroso que el Atalanta, demostró ser superior. Del equipo de Gasperini, lo admito, esperaba algo más: le faltó la chispa que tantas veces hemos visto y admirado en los últimos años. Aun así, sigue siendo un gran equipo y, a pesar de la derrota y de la distancia de seis puntos respecto al Inter en la tabla, debe ser un orgullo para toda la ciudad de Bérgamo".

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"Desde el principio estaba claro que sería un partido muy físico, diría que inglés. Y así fue. También hubo algunos golpes prohibidos, y eso sin duda debe censurarse. Sin embargo, los dos entrenadores plantearon el reto a este nivel y el Inter demostró que le sobraba energía. Apretó enseguida el acelerador y Thuram remató al poste tras una magnífica acción colectiva. El Atalanta respondió con una ocasión de Pasalic, pero los Bergamaschi parecieron menos brillantes que de costumbre. En la segunda parte, primero el gol de Carlos Augusto, luego la expulsión de Ederson y después el doblete de Lautaro sentenciaron el choque. El Inter, en conjunto, demostró ser un equipo muy experimentado, que sabe gestionar los muchos momentos del partido, entiende cuándo acelerar o cuándo bajar un poco el ritmo. Y además, en el centro del campo y en ataque, Simone Inzaghi tiene realmente mucha calidad. Contra el Atalanta movió bien el balón, con excelente velocidad, acciones que empiezan por la derecha y acaban por la izquierda como en el mejor manual de fútbol. Es difícil encontrar un punto débil en este Inter, que ahora se escapa en la clasificación y es un firme candidato al Scudetto. Tras ganar en casa al Atalanta è una notable demostración de fuerza, también porque envió a los Bergamaschi a menos seis puntos. Y el Nápoles, detenido en un empate en Venecia, è ahora menos tres. No quiero decir que el camino sea cuesta abajo para el equipo de Inzaghi, también porque tiene muchos compromisos y, sobre todo los de la Liga de Campeones, son peligrosos y restan energía física y nerviosa. Sin embargo, hay que admitir que el sprint de Lautaro y sus compañeros es importante, porque dejan en evidencia a sus rivales, que ahora tienen la tarea de asimilar el golpe y volver a pisar el acelerador.

En mi opinión, sólo los partidos internacionales pueden frenar al Inter, pero si Inzaghi (y no tengo ninguna duda al respecto) consigue dosificar bien las fuerzas de sus chicos, creo que los nerazzurri pueden pasar con los brazos en alto. Digo esto porque, aunque aún quedan varios obstáculos que afrontar, considero que el Inter es el más fuerte de Italia, tanto por la construcción del grupo como por su ejemplar gestión por parte del entrenador. Es un equipo en constante crecimiento y eso demuestra que el trabajo del entrenador se nota partido a partido.

"Sin duda, el Nápoles perdió una oportunidad al empatar en casa contra el Venezia. Todo el mundo esperaba que los partenopei triunfaran. Es cierto que tuvieron varias ocasiones para marcar, lo intentaron de todas las maneras, pero el equipo de Conte debe recuperar la fluidez de maniobra que le caracterizó en la primera parte de la temporada. Soy consciente de que no es fácil, porque ahora el cansancio del campeonato se hace notar y a mí el Nápoles me pareció bastante cansado, pero es la única manera de intentar alcanzar el Scudetto. El parón por los compromisos de las selecciones puede ser un periodo en el que Conte tenga la oportunidad de recargar las pilas de sus chicos de cara al sprint final. En el último mes y medio, el Nápoles ha cosechado cinco empates, una victoria y una derrota. Hace falta un cambio de rumbo, aunque sigo convencido de que hasta ahora, con la plantilla disponible y las cesiones en el mercado de enero, los jugadores de Conte ya han construido una pequeña hazaña deportiva y hay que aplaudirles por ello.

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