Gerhard Berger recuerda su etapa en Ferrari y la muerte de Ayrton Senna
Gerhard Berger reabrió su libro de recuerdos cuando pilotó para Ferrari: “Fue una época fantástica. El equipo me acogió como en familia, a pesar de que pilotaba junto a Michele Alboreto, un italiano. A finales de 1987 llegaron los primeros resultados: pole y victoria en Suzuka y Adelaida. Pero al año siguiente, con la nueva reglamentación, los McLaren se volvieron imbatibles. Sólo ganamos en Monza, un mes después de la muerte de Enzo Ferrari, y estoy orgulloso de haber sido yo quien consiguió esa victoria. Tal vez una señal del cielo. Incluso cuando gané por última vez, en 1997 en Hockenheim, mi padre llevaba muerto una semana”.
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Una pregunta inevitable sobre Ayrton Senna, de quien fue compañero durante tres años: “Hermoso y difícil al mismo tiempo. Al dejar Ferrari buscaba un nuevo reto, pero había subestimado lo fuerte que era Ayrton. A veces le ganaba en clasificación o en carrera, pero en general casi siempre me ganaba. El mejor piloto que había visto nunca”.
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Muchas anécdotas: “Una vez sustituí la foto de su pasaporte y tuvo que pasar un día con la policía argentina. En otra ocasión le tiré la maleta desde el helicóptero. Nos divertíamos, era una forma de exorcizar el miedo. La Fórmula 1 de entonces era muy peligrosa, no había”la atención a la seguridad que hay ahora, y esos momentos eran nuestra válvula de escape”.
La muerte de Senna aún duele: “Todos sabíamos que podía pasar. Pero nadie pensaba que le pasaría a Ayrton. Parecía imposible que muriera en un coche de carreras. Tuvimos que aceptarlo. Sin embargo, es bonito que, más de 30 años después, sigamos hablando de él. Ha dejado un gran legado”.
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