Lewis Hamilton desaparece, Ferrari se consuela con Alba Larsen

La Scuderia Ferrari Driver Academy ha anunciado que Alba Larsen participará en la temporada 2026 de la F1 Academy con los colores oficiales de la Scuderia Ferrari HP al volante del coche del equipo MP Motorsport, para el que ya compitió en 2025 junto a Maya Weug. Además del campeonato de la Academia de F1, Alba también competirá en el Campeonato Británico de F4, continuando un camino de desarrollo estructurado y progresivo hacia las categorías superiores del automovilismo. La danesa acaba de cumplir diecisiete años: nació el 12 de diciembre de 2008 en Roskilde, una ciudad situada a menos de 40 kilómetros de la capital, Copenhague.

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Ingresada en la Scuderia Ferrari Driver Academy en agosto de 2025, la talentosa escandinava se ganó la atención del programa juvenil de Maranello tras ganar, cuando sólo tenía 14 años, la cuarta edición del proyecto Girls on Track – Rising Stars de la FIA, dedicado a promover el talento femenino en el automovilismo. En 2025, Alba completó su primera temporada en la F1 Academy, confirmando el potencial que mostró en los test y en el proceso de selección al sumar varios puntos y finalizar su campeonato de debut en un más que halagüeño séptimo puesto.

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Para Alba, 2026 empezará especialmente pronto, ya que la danesa también competirá en el campeonato F4 de los EAU, un campo de entrenamiento invernal ideal para preparar mejor la temporada de la F1 Academy. Nada más terminar el GP de Abu Dhabi, última prueba del Campeonato del Mundo, Lewis Hamiton se despistó. Primero avisó a todo el mundo: “En este momento sólo quiero desconectar, no hablar con nadie. Nadie podrá ponerse en contacto conmigo este invierno. No tendré mi teléfono conmigo. Me muero de ganas de sólo pensar en descansar, el teléfono irá a la papelera. No veo la hora de alejarme de todo esto” sus claras palabras dirigidas a todos los que le conocen y, por supuesto, al Cavallino.

Aldo Seghedoni

Después de todo, para alguien acostumbrado a destacar, no es fácil encontrarse, al final de la temporada, con el puño en la mano y nada más. Lewis Hamilton acaba de completar el año más horrible de su floreciente carrera. La que debía ser la temporada de la consagración definitiva, se ha convertido en una pesadilla teñida de rojo: sin victorias en GP, sin podios y con la mísera satisfacción de ganar un Sprint (en el GP de China)

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Su primer año en Ferrari fue, con diferencia, el peor de su larga aventura en la Fórmula 1. Nunca había sido un mero espectador en su propio mundo, un mundo que dominó durante mucho tiempo.

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