Keith Langford, homenaje del Olimpia Milan
Keith Langford se retira
A los 39 años, tras 17 temporadas como profesional, a las que siguieron cuatro años al más alto nivel en la Universidad de Kansas, Keith Langford ha anunciado oficialmente su retirada. Ha sucumbido no tanto a la edad como a las lesiones y a la necesidad de una larga rehabilitación.
‘Keith Langford jugó dos años en Milán’, reza la web del Olimpia. ‘Llegó en el verano de 2012 y se marchó en el verano de 2014 como campeón de Italia. En la liga italiana anotó 1.150 puntos con la camiseta del Olimpia. En el año del Scudetto promedió 16,7 puntos mientras lanzaba un 41,1% de tres. En dos temporadas de Euroliga, anotó 509 puntos en 32 partidos en total. En la temporada 2013/14, fue quinteto All-EuroLeague del primer equipo y ganó la tabla de anotadores. Estos son los números brutos. Langford ha sido mucho más. En la temporada 2013/14, por ejemplo, fue el héroe de la victoria en El Pireo, que lanzó efectivamente al Olimpia a los primeros playoffs modernos de la EuroLeague. Un triple suyo repelió las embestidas del Olympiacos y dio la victoria al Olimpia. Siete días después, el Olimpia también ganó en Vitoria. En total, sumaban siete victorias consecutivas y entraban en los playoffs con ventaja de campo sobre el Maccabi. Por desgracia, Langford se lesionó durante la racha. Aceleró su recuperación para jugar los playoffs. No sólo no estaba en su mejor momento en aquella ocasión, sino que ni siquiera contaba con el apoyo de Alessandro Gentile, su «compañero de fatigas» aquella temporada. Cuando Langford regresó, Gentile estaba lesionado. También por eso, el Maccabi ganó la serie y la temporada del Olimpia se vio interrumpida en el mejor momento. No obstante, Langford fue uno de los protagonistas del scudetto número 25. No jugó un gran séptimo partido, el que dio el campeonato, pero fue el único de la final en el que no alcanzó las dobles figuras y frenó una racha de 14 partidos consecutivos por encima de los diez puntos. Cuando el Olimpia ganó el delicadísimo sexto partido en Sassari (ganaba 3-1, había perdido el quinto en casa, condenándose a regresar a Cerdeña), anotó 24 puntos. Pero la noche del Scudetto, Langford era el hombre más feliz del mundo. En su carrera había ganado otros títulos en Bolonia y Tel Aviv (más tarde también en Grecia), pero aquel era el triunfo que sentía más suyo, el que más deseaba, tras la decepción de la temporada anterior. La noche del 27 de junio de 2014, la del scudetto número 26, fue la última de su historia como jugador del Olimpia. Pero también la más hermosa’.
«Langford se mudó de Milán a Kazán en 2014. No fue una elección suya. Fueron las condiciones del mercado las que le movieron a Rusia. Pero seguiría jugando al más alto nivel, en Kazán, en el Panathinaikos, en el AEK Atenas. Hasta casi los 40 años. No es de extrañar: Langford cuidaba meticulosamente su físico y era un profesional ejemplar. Mi familia depende de mí, nunca me pongo en situación de estropear las cosas o avergonzarles», dijo una vez. Su historia nació en Texas, en Fort Worth, donde su primera pasión fue el fútbol. Pero era demasiado ligero para absorber el contacto y, a pesar de ser su deporte favorito, decidió probar con el baloncesto y rápidamente se convirtió en una estrella. Fue Roy Williams quien le reclutó: como ayudante de Dean Smith en Carolina del Norte, también había reclutado a Michael Jordan. En Kansas, Langford jugó no sólo dos Final Fours, sino dos finales por el título. Perdió las dos, contra Maryland y Syracuse. En el torneo de la NCAA de 2003 anotó 109 puntos en seis partidos, 24 en la victoria en semifinales contra Marquette. Su rival directo esa noche fue Dwyane Wade. Dos noches después anotó 19, pero no fue suficiente contra Carmelo Anthony. También lo intentó en la NBA, pero sin mucha suerte. Su primera parada italiana fue Cremona, en A2 incluso. Luego subió de nivel, al Biella, de nuevo al Virtus Bolonia, luego al Khimki y el desembarco en la Euroliga, donde permanecería durante años. En la Euroliga anotó 2.289 puntos. Sus 16,0 puntos por partido son la séptima media más alta de la historia. Keith Langford fue una leyenda del baloncesto europeo. También lo es para el Olimpia Milano», finaliza el comunicado.