Kim Clijsters explica por qué Roger Federer no es como los demás
Kim Clijsters aborda la despedida de Roger Federer del tenis
Kim Clijsters, con Eurosport, se detiene en la despedida de Roger Federer del tenis. Que para ella no es como los demás.
La noticia de la retirada de Federer fue triste, pero la forma en que decidió hacerlo fue hermosa. Como en una película, pensé en el día en que conocí a Roger por primera vez: de niño, yo tenía catorce años, él dieciséis y ya era increíble verle jugar. Luego, cuando conocí y salí con su mujer Mirka, de circuito a madre, entrenando a menudo con ella, viéndolas crecer juntas, y como mujer, ex tenista, madre y esposa, hay una expresión que dice: «Tú llevas el barco». Recuerdo todos esos partidos suyos como espectador, porque todos querían ver a Roger. Porque su evolución fue realmente increíble y hoy se retira como un icono’.
«Recuerdo que cuando Pete Sampras jugó su último Wimbledon», añade el belga, «estaba sentado allí mientras todo el mundo decía: ‘Nadie aquí podrá hacerlo mejor que Pete, nadie podrá ni siquiera acercarse a este nivel de juego’… En cambio, fue Federer quien le ganó en Wimbledon y hoy, 20 años después, se ha convertido en una leyenda: este extraordinario tenista, tan elegante dentro y fuera de la pista, muy educado y divertido. Es triste verle retirarse, pero al mismo tiempo uno se siente tan afortunado de haber podido verle jugar, de ser testigo de su final contra Nadal, uno de los mejores momentos de la historia del tenis.
«Tenistas como Andre Agassi, Pete Sampras o Steffi Graf eran inalcanzables. En el Tour apenas se les veía: entraban y salían de las pistas, entrenaban, jugaban sus partidos y luego volvían al hotel. Con Roger, en cambio, había una especie de familiaridad porque le gustaba estar con los otros jugadores «a escala humana», charlando, riendo y bromeando. No sólo yo, creo que muchos jugadores tenían ese vínculo. Creció aprendiendo nuestra forma de vida, que estaba muy alejada del concepto de ‘vida normal’, y sin embargo siempre estuvo muy ‘conectado’ y fue muy natural», explica Clijsters.