Marta Bassino revela un secreto de su rutina

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Habla Marta Bassino

Tras su segundo puesto en el eslalon gigante de Killington, tercera prueba de la Copa del Mundo, Marta Bassino concedió una larga entrevista a La Gazzetta dello Sport, en la que también reveló un secreto de su rutina.

«Le debo mucho a mi padre y a mi madre por la pasión que supieron transmitir, tanto a mí como a mis hermanos. Como entrenador, papá nos enseñó a esquiar desde pequeños, convencido de la idea de que cuanto antes se asimilen ciertos movimientos, mejor. Así en todos los deportes. Todo fue siempre un juego, sin nunca ninguna obligación o presión. Tengo tantos recuerdos de jugar en la nieve, de esquiar con mis hermanos, de reír. Papá y mamá siempre estuvieron ahí cuando empecé en el club de esquí, luego en el comité regional, en las filas del equipo nacional. A ellos les debo la enseñanza de la perseverancia, la dedicación, el compromiso, mi capacidad de tomarme el mundo de la nieve y las carreras a la ligera. Se ha convertido en mi trabajo, pero la pasión y la capacidad de restablecimiento al final de cada resultado, positivo o negativo, siempre han formado parte de mi forma de vivir y afrontar la rutina como deportista: todo es bonito, pero en la base sigue estando mi juego, mi juego favorito».

«El esquí alpino es un deporte especial, porque necesita la combinación de cualidades coordinativas y físicas expresadas al más alto nivel. Hay que trabajar todas las expresiones de la fuerza: máxima, resistente, explosiva sabiendo utilizarlas en cada una de las disciplinas practicadas. Cada giro realizado a la máxima capacidad da lugar a grandes fuerzas que deben ser contrarrestadas y al mismo tiempo transformadas en velocidad. Esto requiere una estructura muscular y la capacidad de expresar y gestionar la fuerza a un alto nivel. Las disciplinas técnicas difieren en las pistas y en la velocidad de movimiento: el eslalon especial requiere más fuerza explosiva que el eslalon gigante, mientras que en el descenso de súper g también se requiere fuerza de resistencia», continuó Bassino.

«El esquiador debe tener capacidad de resistencia para poder afrontar una temporada larga y agotadora. Debe ser fuerte, ágil, rápido en sus movimientos, debe ser capaz de adaptarse a los diferentes tipos de nieve y pistas y, por último, debe tener una amplia capacidad de coordinación y estabilidad», dijo sobre las cualidades físicas que necesita un esquiador.

A continuación, reveló un secreto de su preparación: «Durante años, me he acercado a la meditación, que ahora forma parte de mi vida y mi rutina. Los atletas deben aprender a nutrir y entrenar la mente además de los músculos. No siempre comprendemos la importancia de los efectos que pueden producir ciertas técnicas. Ya no puedo prescindir de ellos.

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