Charles Leclerc no se rinde: «¿Demoralizados? No, ya llegará nuestro momento».
Los resultados siguen siendo decepcionantes, pero la motivación se mantiene.
Charles Leclerc no pasó del séptimo puesto en el Gran Premio de Hungría, a pesar de las buenas esperanzas que tenía Ferrari para el viaje a Budapest. El piloto monegasco lo dejó claro al final de la carrera, explicando que no estaba desanimado y que el objetivo de resucitar al Cavallino Rampante era más fuerte que nunca.
"Desgraciadamente, tenemos simulaciones en nuestro coche", explicó Leclerc a 'Sky Sport' comparando las expectativas de Ferrari que se vieron defraudadas en Hungría. «Sabemos que somos un poco mejores en pistas con estas características, pero no tenemos las simulaciones de los demás. Obviamente, entonces, eran aún mejores. Tenemos que trabajar muy duro en la sensibilidad de este coche, porque cuando hace viento se vuelve realmente muy difícil de manejar".
Sé que me estoy repitiendo, pero sigo diciendo que tenemos que trabajar al máximo», insistió Leclerc. «Llevamos haciéndolo desde el principio de la temporada, pero la primera parte del campeonato para nosotros ha sido realmente difícil. Sin embargo, seguimos trabajando sin descanso, y estoy seguro de que en algún momento dará sus frutos.
Ante la pregunta de si se siente desmoralizado, el piloto de Ferrari respondió entonces con palabras muy claras.
No. Gracias por hacerme esta pregunta, porque voy a darlo todo hasta la última carrera. Respondo muy poco al equipo porque desgraciadamente tenemos muchos problemas con la radio, no sé si se entiende por televisión pero se oye hasta la cuarta palabra. De todas formas, todos los aspectos de mi estrategia de carrera estaban claros, así que no hubo mucha discusión con el muro de carrera por eso. Pero la motivación está ahí, al 200%. Por desgracia, por ahora no tenemos el coche para demostrarlo ni para hacer cosas especiales. Tenemos que ser pacientes, nuestro momento llegará, gracias a nuestro trabajo», aseguró Leclerc.