Marcell Jacobs y el regreso a la selección nacional

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Marcell Jacobs en Azure

Antes de planear hacia el Estadio Olímpico de Roma, donde dentro de poco más de cuatro semanas tendrá lugar una edición muy significativa de los Campeonatos de Europa, el atletismo italiano tendrá una última oportunidad de participar en un evento de cinco círculos: los Relevos Mundiales de Nassau (Bahamas), el trofeo arco iris de los relevos, que a partir de este año tendrá el sabor de un auténtico torneo preolímpico. Porque aquí, el sábado y el domingo, se concederán 14 de los 16 pases olímpicos en juego en cada una de las cinco especialidades con bastón.

“È un paso decisivo en la temporada previa a los Juegos Olímpicos – afirma el Director Técnico de los equipos italianos, Antonio La Torre -: teniendo en cuenta el número de atletas participantes, el impacto en la composición de nuestro equipo olímpico también es evidente. En general, hasta 30 convocatorias para el evento de cinco círculos aquí en Nassau podría ser determinado.

Marcell Jacobs también regresa a la Azzurra, tras el decisivo cambio de rumbo decidido en otoño (separación del seleccionador Paolo Camossi, y traslado a Jacksonville, Florida, para ser sucedido por la estadounidense Rana Reider): “El regreso de Marcell a la selección è fue uno de los mejores momentos del periodo de preparación que pasó el equipo en Miami. En esencia, fue como si nunca se hubiera marchado. El extraordinario ambiente que en los últimos años ha producido los resultados que conocemos, el título olímpico en Tokio, pero también la hermosa medalla de plata mundial en Budapest el año pasado, se restableció de inmediato. Y en este grupo, además de Jacobs, me gusta destacar cómo los jóvenes se integraron de inmediato: è una muestra de que, a pesar de la continuidad, conseguimos producir cambios significativos”. Nassau para” è es también un pasaje insidioso: “Nadie nos regalará nada, los resultados habrá que ganarlos en el campo. Más bien, hay algo que decir sobre el reglamento que definirá la parrilla de salida, especialmente en el 4×100. Los chicos tienen el segundo mejor tiempo del año, y en su lugar se tendrá en cuenta un mecanismo complicado, que no sólo cuenta los tiempos de los relevos, sino también los individuales. No sé adónde queremos llegar con mecanismos tan complicados, podríamos acabar con empresas inesperadas en la batería.

En el atletismo italiano, en esta fase dorada, el sol parece no ponerse nunca: mientras Florida se preparaba para la competición de relevos, en Módena, en la fiesta del 1 de mayo, llegó el rotundo 22,88 de Leonardo Fabbri en lanzamiento de peso (con Zane Weir en 21,93). Una medida que hace aún más sustanciosas las esperanzas del gigante florentino, ya medalla de plata mundial el año pasado en Budapest. Fue un lanzamiento sensacional, o mejor dicho, en el hiperespacio, el de Fabbri. Con los excelentes 21,93 de Weir&rsquo, hay que felicitar al entrenador Paolo Dal Soglio por su excelente trabajo. Pero también merece una mención Yeman Crippa, que estableció el récord italiano de 10 km en ruta con 27:08, perdiendo el récord europeo por sólo un segundo. Federica Del Buono y Nadia Battocletti también hicieron un buen papel. Se confirma la efervescencia del atletismo italiano: è un hecho que satisface, pero hay que seguir centrados en el objetivo’

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